A principios de abril, cuando Johnny Herrera anunció su retiro del fútbol, no sólo dejaba la actividad uno de los más importantes jugadores en la historia de Universidad de Chile, sino también el último miembro del equipo azul que ganó por última vez en el estadio Monumental un Superclásico ante Colo Colo. Convertido en comentarista de televisión y con una carrera de entrenador en el horizonte, el exarquero repasa los 20 años de sequía “laica” en Macul, analiza lo realizado por Rafael Dudamel en la banca estudiantil y se atreve a esbozar su planteamiento para cortar la “malaria” en el reducto albo.
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Le habían tocado otros superclásicos sin estar en el club, pero ¿cómo será el primero como exfutbolista?
—Va a ser distinto. Ya había empezado a tener un gusto diferente cuando me fui de la “U”, que lo empecé a vivir más como hincha, y las sensaciones son distintas. Cuando no me tocó jugar estando allá era un sufrimiento, muy triste: me ponía mal, me dolía la cabeza, era bien tortuoso… Después me fui y fue más tranquilo. Ahora, como comentarista, es distinto, porque me tengo que sacar el hincha un poco y medir más el rendimiento del equipo, con un enfoque bien distinto.
Fue el último en retirarse de los últimos que ganaron en el Monumental. ¿cómo se explican 20 años sin triunfos en esa cancha?
—Hay muchos factores. De los que me tocó vivir a mí, en algunos el arbitraje no nos ayudó: en la época de (Jorge) Sampaoli, por ejemplo, nos expulsaron a dos jugadores el primer tiempo. Después hubo algunos desaciertos: algunas veces fuimos con poca personalidad, otras con técnicos muy malos. Son muchas cosas que se conjugan. Pero es raro. Sinceramente, no le encuentro una razón, más allá de esas cosas que menciono. Me tocó ir con Audax y no sólo no perdimos nunca, sino que ganamos siempre en el Monumental esos tres años que estuve. Es muy difícil de explicar…
En la segunda rueda del año pasado parecía ser el momento, con Colo Colo muy mal y sin público…
—Era la oportunidad. Una importante. La “U” tuvo todo para ganar: Jimmy Martínez debajo del arco y decidió dar el pase a Ángelo (Henríquez), que ya estaba descolocado. Se perdió una oportunidad importante, pero esto es fútbol y todos los años tienes una nueva. Ahora hay otra, y quién sabe… Dios quiera que los cabros puedan aprovechar. No tienen nada que reprocharse por lo que hicieron generaciones anteriores. Ojalá puedan ganar, pero está difícil. Colo Colo viene jugando bien, tocó fondo el año pasado, entonces el rebote va a ser importante. Va a ser un partido duro, difícil, pero muchas veces el fútbol da sorpresas, y Dios quiera que la “U” la dé este domingo. Como buen hincha, espero que mi equipo aproveche la ocasión que tiene y pueda ganar, de una vez por todas, en ese estadio.
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Dice que Colo Colo tocó fondo con la mala campaña pasada y que viene subiendo, con efecto rebote, pero como que a la “U” no le pasó lo mismo de 2019 a 2020…
—Ojalá la “U” enmiende el rumbo. Ojalá que el técnico entienda lo que es Universidad de Chile y vaya a buscar los partidos y sea más protagonista.
¿Qué le parece el equipo de Dudamel? Nunca logra una actuación concluyente, contundente, como para dar el salto de calidad…
—La “U” tiene que atreverse. Ha tenido muchos altos y bajos con Dudamel, pero ojalá que logre concretar y despegar definitivamente. Tiene jugadores para hacer buenos planteamientos, pero ha sido muy defensivo, muy diferente a lo que es la idiosincracia de la U, de ir para adelante, a buscar los partidos, sin rendirse nunca y con mística para ganar en el último minuto. Eso se ha perdido. Pero no es exclusiva responsabilidad del técnico, sino también de la gente que lo llevó, porque antes de contratar a un DT tienes que ver lo que hace: si ese entrenador siempre hizo jugar a sus equipos de la misma forma, es difícil de que juegue como históricamente nos gusta que juegue la “U”, yendo siempre para adelante…
Usted ha sido muy duro con algunos técnicos que tuvo. ¿Cómo evalúa a Dudamel?
—Le falta por mostrar…
¿Tiene más para mostrar?
—Creo. Para empezar, no le trajeron a los jugadores que esperaba, cosa que era un secreto a voces hasta que él lo hizo público. Desde esa perspectiva, es difícil exigirle a un técnico cuando no llegan los jugadores que pide. Son excusas, pero las responsabilidades no son sólo de él. En ese caso la hay también de la gerencia técnica. Exigirle tanto cuando no están los jugadores que pidió es complejo, pero tiene que saber que está en Universidad de Chile, y que la “U” está acostumbrada a jugar de una forma, que tiene que ir a buscar los partidos y ser más protagonista.
Usted quiere ser técnico. ¿Cómo jugaría el domingo?
—Haría más o menos lo mismo que ha venido haciendo la “U”, pero un poco más arriesgado, no más. En el arco, (Fernando) De Paul o (Cristóbal) Campos que me gusta mucho su personalidad porque se atreve a jugar más y no tira tanto pelotazo. (Yonatan) Andía, Osvaldo (González) no lo sacaría nunca porque da salida a ras de piso, (Ramón) Arias y (Diego) Carrasco. (Camilo) Moya con (Gonzalo) Espinoza y (Marcelo) Cañete al medio. Arriba, Ángelo (Henríquez), (Joaquín) Larrivey y el “Pitu” (Simón Contreras), para tener sub 20 en cancha. A Cañete lo pondría como “9 mentiroso”, en un 4-2-2-2. Es parecido a lo que hacen, pero yendo a buscar arriba los partidos, que es una pequeña gran diferencia.
“Colo Colo viene jugando bien, tocó fondo el año pasado, entonces el rebote va a ser importante. Va a ser un partido duro, difícil, pero muchas veces el fútbol da sorpresas”.
¿Cómo se ha sentido en su nuevo rol, como panelista en TNT Sports?
-Lo he pasado súper bien. Trabajar en televisión no es sólo las dos horas que dura el programa, sino que tiene un entorno que es importante, con reuniones de pauta y cuestiones de vestuario y maquillaje, que pueden ser un poco más lateras. Ya estando en el estudio, lo pasamos increíble. Más allá de que sea un programa de fútbol, parece una reunión de amigos, porque también echamos la talla. Una de las razones porque elegí TNT Sports fue porque me dijeron ‘pásalo bien, acá no hay nada tan estructurado’. Me lo tomé a pecho y eso hago…
Primer Superclásico como exjugador, primero como comentarista. ¿Le toca trabajar?
-Sí. Me retiré para no trabajar tanto, y ahora me toca más…
Para que vea que la vida en los medios no es tan fácil…
-(Risas) ¡Pero después tengo varios días libres! (Risas). El domingo, tengo que hacer el prepartido en el estadio, desde dos horas antes. Veo el partido allá y, de ahí, me voy a los estudios, para hacer el posclásico. Lo bueno es que seré de los pocos privilegiados que podrá ver el partido en la cancha.
“La ‘U’ tiene que atreverse. Ha tenido muchos altos y bajos con Dudamel, pero ojalá que logre concretar y despegar definitivamente”.