Momentos de alta tensión hubo este jueves en el programa «La mañana de CHV» en medio de la entrevista que Julio César Rodríguez y Monserrat Álvarez le realizaron al ministro de Educación, Raúl Figueroa, quien confrontado por los conductores respecto de la autorización para permitir las clases presenciales en las comunas que salieron de cuarentena y su postura de iniciar el año escolar normal durante marzo, insistió en que tales medidas han sido las correctas.
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«Puede que se haya politizado el tema», reconoció Figueroa a Rodríguez por las disputas que se han generado entre el ministerio y el Colegio de Profesores ante la decisión de autorizar las clases presenciales, quien ante la consulta de los animadores respecto de la oportunidad de abrir en medio de la pandemia sin tener todas las condiciones para hacerlo en los establecimientos nacionales, insistió en que la medida era la correcta.
«No fue apresurado el ingresos a clases presenciales en marzo porque en esa época estaban todos de acuerdo», profundizó el ministro para validar la decisión de la cartera de abrir ahora los establecimientos en las comunas que pasaron a fase 2 en la Región Metropolitana, quien a su vez cuestionó que Julio César le apuntara que todos estaban en contra de su decisión. «¿Me podrías decir quiénes son todos los demás? Por que en ese tiempo, la Defensoría, Colegio Médico, Unicef, Unesco y alcaldes pidieron abrir los colegios».
«Un millón de alumnos fueron a clases durante marzo», señaló Figueroa, mientras Julio César le replicaba que el universo de alumnos era superior a los tres millones. «No podemos generar una realidad que no coincide con los datos, ministro. Dice que esto no puede ser una isla en el tema contagios, pero las comunas vulnerables están mirando si vuelven o no a clases presenciales. La Octava Región tiene confinamientos y no van a volver a clases».
Consultado por los protocolos universales para los aforos de la educación preescolar, Figueroa fue enfático en aclarar que ellos están «definidos. Acá hay un trabajo hecho por la Junji -y otros actores en la educación-, que nos permite establecer un aforo especifico cumpliendo con esa exigencia. A diferencia de las casas, en el caso de los establecimientos educacionales, se exigen que en cada espacio los niños estén distanciados a un metro. En ese sentido el aforo existe en los colegios», señaló.
Para el final, y en el afán de hacerle entender que más allá de la necesidad implícita de volver a las clases presenciales en «algún momento de la pandemia», Ávarez le argumentó al ministro que «usted tiene la convicción genuina de que los niños ingresen a clases y ese es un diagnóstico universal. Estoy de acuerdo en que entren lo más pronto, pero la autoridad debe dar las confianzas y las condiciones para que lo hagan. El cómo lo harán es súper importante ministro, usted lo tiene súper claro, pero debe convencer a todos los actores del mundo educacional».
«No hay que magnificar un tema que no es tal. Tratemos que todos los espacios, no sólo la oficina del ministro, sean espacios convocantes para generar las mejores condiciones para que nuestros niños», cerró el ministro.