El 28 de abril se llevó adelante un paro nacional en Colombia, convocado por decenas de organizaciones sociales en protesta por un proyecto de reforma tributaria que al final gravaba a la mayoría de la ciudadanía.
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El país se detuvo casi por completo en una contundente reacción. Pese a que las autoridades en primer momento trataron de llevar la atención a hecho aislados de violencia, al final el gobierno del derechista Ivan Duque no tuvo más que anunciar la revisión del proyecto.
Un triunfo para la ciudadanía, pero que no sólo dejó el paso atrás del gobierno. Una foto se transformó en el símbolo de la ola de manifestaciones del 28 de abril.
«La» foto
Un fotógrafo captó la imagen de una mujer que alentaba a los manifestantes y pedía justicia social con su hijo discapacitado de 27 años en un brazo y con la bandera colombiana en el otro, gritando por mayor dignidad para la gente.
Por el azar, Sebastián Correa, un diseñador gráfico, documentaba las manifestaciones cuando en una esquina del barrio de Fátima, en Manizales, es encontró con esta imagen.
La potencia de esa mujer, la fuerza de la escena y lo gigante que se alzaba aquella madre, dejaron atónito a Correa, que casi sin darse cuenta empezó a sacar fotos… Y así fue como empezó la historia de la fotografía de la madre de Colombia.
“Iba yo pasando y visibilizando la marcha, y en un momento yo me encontré con doña Teresa y la vi hablándole a alguien que la estaba grabando con un celular y empezó a decir unas palabras que, de verdad, me conmovieron y ahí fue donde yo saqué mi cámara y empecé a retratarla”, comentó, a Radio Caracol.
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Un pueblo sin piernas, pero que camina
Un par de horas después, el joven de 26 años subió la imagen a su instagram con una frase inspirada en la canción Latinoamérica, de Calle 13: «Aquél pueblo sin piernas pero que camina, ese es Colombia».
En minutos, la imagen de Teresa Montero llevando en brazos a su hijo Julian, de 27 años, se adueñó de las redes sociales. Esa madre se veía demasiado gigante.
La publicación de Correa aportaba más datos sobre quién era esa mujer: “Cada día sale de Fátima donde queda ubicada su residencia, a trabajar con su hijo Julián (a quien sube cargado a la buseta) al semáforo de la catedral sin importar el clima, ni las circunstancias. Símbolo de valentía y fortaleza. Madre solo una”.
Y tal como adelantaba Correa, doña «Tere» es una mujer de un esfuerzo gigante, de esas tantas personas que sobran en la Latinoamérica, que dan tanto y reciben tan poco. Ella nunca se separa de su hijo, con quien trabaja como vendedora ambulante.
Su palabra
Tras el impacto de la foto, muchos medios se acercaron a Teresa para conocer su historia. En Radio Caracol, la mujer habló de la enfermedad de su hijo: “Verdaderamente, lo que el niño tiene, no lo tiene nadie. Es un niño convulsivo, le dan ataques, tiene un tumor cerebral, no camina, no duerme de noche, ni duerme él ni duermo yo”.
Pero la mujer se sorprende por el impacto que causó su imagen: “Porque no sé, nunca me había pasado eso tan bonito. La gente habla bien de mí, cómo soy, cómo me han tratado, es que lo que yo hago con mi hijo está muy bien, soy feliz, estoy contenta y para adelante”, aseguró a Caracol.