“Otra cosa es con guitarra”, dice al teléfono Helia Molina, exministra de Salud durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet.
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Médico pediatra y actualmente decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago de Chile, el manejo de la pandemia para ellas es gris, porque “no todo siempre es blanco o negro”.
¿El desempeño del Gobierno para abordar la pandemia ha sido correcto?
—Hay cosas buenas en el manejo, hay cosas que no se hicieron a tiempo y hay cosas malas también. Otra cosa es con guitarra.
¿Cómo cuáles?
—Comencemos por lo positivo. Hubo una buena implementación y anticipación para ampliar las camas en los hospitales. Se generó un 300% más de camas críticas, que es un logro importante, a pesar de que estamos con una crisis de recursos humanos.
¿Y la campaña de vacunación?
—La campaña de vacunación también fue visionaria. Aseguraron el stock, hicieron los acuerdos a tiempo. No basta tener las vacunas, hay que tener una logística y preparación y como siempre el sistema chileno lo ha logrado bien.
¿Qué opina sobre la desaceleración de la campaña que vimos en las últimas semanas? ¿Fue por falta de stock?
—Hay de todo un poco. No hay una respuesta absoluta, hay varios factores. La gente está trabajando, y no se va a vacunar. No todos los empleadores dan permiso. Por otro lado, muchas de las personas jóvenes no sienten que sea necesario vacunarse.
¿Por algún motivo en particular?
—Tenemos esta pandemia después de un estallido social donde además hay una falta de credibilidad de los políticos, de las autoridades, de todo. Existe más de algún movimiento antivacuna también. Aunque igual creo que hay falta de stock. Lo he constatado con una nieta que tiene una condición y la hemos llevado a dos o tres vacuna torios y no hay stock.
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¿Qué cree que el gobierno ha hecho mal respecto a la pandemia?
—Fue muy tardía la implementación del sistema comunitario. Las pandemias no se controlan en el hospital, se controlan en el territorio. La gente tiene que ser permanentemente educada e informada. Faltó, por ejemplo, una campaña informativa potente de prevención en el sistema de atención primaria. En la atención primaria se sabe dónde está la población de riesgo. A nivel local se podía parar la pandemia”.
¿Y la trazabilidad?
—Pésima. Todo el tema de TTA (estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento)ha sido muy pobre en Chile. Pese a tener residencias, la mitad siempre está vacía. Para trazar contactos, hay que tener gente en terreno. El aislamiento de los contactos se debe hacer antes de 48 horas, y tiene que ser un trabajo intenso. Tengo un conocido al que la Seremi lo llamó a los 7 días, a esas alturas ya no sirve. Con la cantidad de casos actuales es difícil, pero no es imposible. Obviamente habría sido mejor que esto se hiciera desde un comienzo.
¿Qué opina de las comunicaciones del ministerio?
—La transmisión del riesgo es marketing. Se debe buscar un mecanismo para poner e instalar ideas fuerzas para generar un cambio de actitud. No basta sólo con entregarla información, sino que tiene que llegarnos la emoción. Tiene que haber empresas especializadas en esto. Yo soy médico pediatra, no experta en comunicación, me habría asesorado.
¿Lo ha hecho bien en ese sentido el ministro?
—El ministro Paris es excelente informador, con habilidades para exponer, muestra bien los gráficos y es buena información. Pero al que no entiende gráficos, ni terminología, no le transmite nada. Para transmitir el riesgo tiene que profesionalizarle esa información. No da lo mismo transmitírselo a un adulto mayor, a un joven, a un migrante, etc. Deberían haber contratado expertos en comunicación social, considerando la variedad de la población.
¿Qué habría hecho distinto?
—Además de asesorarme comunicacionalmente, habría golpeado la mesa para que la ayuda social llegara a la gente en el momento oportuno. Si la gente no tiene qué comer, si no están los elementos necesarios para cuidarse, los resultados de las cuarentenas son inciertos y el manejo de la pandemia también. Se debió escuchar más al Consejo Asesor”.