Quienes estuvieron en medio de la serie de reuniones que ha encabezado el Presidente Sebastián Piñera con miras a consolidar una estrategia que permita sortear la crisis económica -y frenar nuevos retiros de fondos de las AFP- coinciden en que La Moneda buscaba alcanzar un acuerdo de manera expedita, ojalá ese mismo viernes 30 de abril.
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Sin embargo, el correr de las conversaciones sólo le permitió establecer una “agenda de mínimos comunes”. Y eso no por una diferencia semántica o un título para evitar que les digan que están negociando “entre cuatro paredes”, sino porque, hasta ahora, sólo hay coincidencias en los pilares que forman la estrategia. En el contenido, aún hay un abismo que los separa.
Comparten que se debe avanzar en una Renta Básica de Emergencia, pero mientras la oposición apuesta por un nuevo mecanismo que incluya a todas las familias del Registro Social de Hogares y a sectores medios que no hayan recibido ayudas, en el oficialismo plantean hacer una extensión del Ingreso Familiar de Emergencia. Según explicó el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, en radio Agricultura, porque “sería absurdo que una renta básica universal llegue a los más ricos, por lo que se ha puesto un corte. Ese corte -que va ser fruto de las conversaciones con el Senado y Cámara- es que llegue al 100% del Registro Social de Hogares. Con eso pasamos de 5,9 millones de familias a 6,6 millones”.
De todas formas, en el Congreso están a la espera que los ministros Juan José Ossa y Rodrigo Cerda den a conocer el borrador de dicho proyecto, como acordaron el viernes pasado.
Pero hay un sector que no quiso esperar. Matías Walker (DC), Giorgio Jackson (RD), Gabriel Boric (CS) y Camila Vallejo (PC) ingresaron ayer un proyecto de reforma constitucional para materializar una Renta Básica Universal, que supone que una familia de cuatro, por ejemplo, recibiría $464.996. “El gasto es con cargo al Fondo de Emergencia Transitorio Covid-19 creado por la ley N°21.288, y en lo que faltare con transferencias de la Partida Presupuestaria Tesoro Público”, detalló Walker.
Otro punto del “plan” es fijar medidas reactivadoras para las pymes. En eso hay cierto grado de acuerdo, pero en el tercer punto, que supone avanzar en una reforma tributaria, nuevamente hay diferencias. Concuerdan en eliminar algunas exenciones tributarias, pero al Gobierno no le gusta la idea del impuesto a los “súper ricos”, ni el royalty minero, ni mayor endeudamiento, como propone la izquierda.
Renta Básica Universal de Emergencia
Si bien la propuesta ingresada por diputados de oposición supone un aporte mensual, mientras dure la emergencia sanitaria, igual al monto de la línea de la pobreza para el 100% de las familias que están en el Registro Social de Hogares, la apuesta de Yasna Provoste es que el aporte llegue a $600 mil y también incluya a familias de los sectores medios. Todo, según informó, se está conversado en conjunto con movimientos sociales y gremios.
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Ingreso Familiar de Emergencia
En contraposición a lo que plantean desde la mesa del Senado, y en lugar de crear un nuevo mecanismo, el Gobierno propone que se fortalezca el Ingreso Familiar de Emergencia, en el marco del cual las familia que califican y que tienen, por ejemplo, cuatro integrantes reciben $400.000. Actualmente esto beneficia al 80% del Registro Social de Hogares, y con el cambio llegaría al 100%.
Impuesto a los “súper ricos”
En la oposición consideran que la Renta Básica Universal de Emergencia, el plan de reactivación para pymes y otras ayudas asociadas a la pandemia deben financiarse con bonos soberanos, mayor endeudamiento, el fin de algunas exenciones tributarias, el impuesto a los “súper ricos” y el royalty minero. Pero al Gobierno los dos últimos puntos no lo convencen para nada. De hecho, su apuesta son las exenciones y, en ningún caso, gravar el patrimonio. Pero la Cámara no pondrá freno a esto y el proyecto se vota en Sala el jueves.
Reajuste Salario Mínimo
Si bien este punto no está contemplado en la “agenda de mínimos”, es un debate que cruza el escenario político y en medio del cual La Moneda se llena de críticas. Mientras los dirigentes de la CUT insisten en avanzar a un salario de $500 mil, el proyecto del Gobierno sólo supone un aumento de $10 mil, de $326.500 a $337.000. Según dijo el ministro de Hacienda, porque ese aporte se podrá complementar.
Rodrigo Gonzaléz: “Si no sale rápido, retiros avanzarán a toda velocidad”
La renta de emergencia asoma como una gran “solución”. ¿Qué falta?
El Gobierno quedó en trabajarlo y enviarnos un borrador para poder ponernos de acuerdo en los valores y el alcance. Lo mínimo es el Registro Social de Hogares completo y sectores que han quedado fuera de otras ayudas. Y yo creo que la renta debe ser de 600 mil pesos.
¿Qué plazos se manejan para activar todo este plan?
Las rentas de emergencia deben salir ahora: esta semana debería presentarse el proyecto. Son las ayudas inmediatas y deberían estar listas en los próximos 15 días. Lo mismo con las pymes. El tema de la reforma puede tener un plazo mayor.
¿Se dejará de lado el impuesto a los “súper ricos” o el royalty?
Por supuesto que no. Eso se sigue tramitando con la máxima velocidad que sea posible y con toda la voluntad política.
¿Y frena posibles nuevos retiros?
Si esto no se concreta rápido los proyectos de nuevos retiros van a comenzar a avanzar a toda velocidad y nosotros vamos a estar de acuerdo, porque lo más importante es ayudar a la gente ahora.