Don Max es un joven que estudia biología marina y que disfruta del contacto constante con el mar. Esta pasión lo lleva a ir de pesca frecuentemente en las costas de Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
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Max estaba en una de esas jornadas cuando capturó un hermoso pez carpintero. Estaba emocionado por el ejemplar que había logrado y lo examinó con especial cuidado.
Pero la gran sorpresa se la llevó cuando abrió la boca del pez y miró en su interior. Y ahí estaba… un parásito devorador de lenguas. Un extraño crustáceo isópodo muy poco documentado.
Mata la lengua
Se trata de un parásito que entra a la boca de su víctima, se coloca sobre la lengua del pez, muerde los vasos sanguíneos y los chupa hasta que la lengua se cae.
«Siendo un científico marino y habiendo pescado desde muy joven, he visto una buena cantidad de parásitos viviendo en peces y tiburones», aseguró Max.
El parásito devorador de lenguas se conoce hace décadas, pero existe poca información de él. De hecho, recién en el último tiempo se han desarrollado las primeras invitaciones esta especie cuyo nombre es Cymothoa exigua.