Desde ahora Cúcuta no sólo será recordada como el lugar del fallido acto en que se pretendió iniciar la caída del Gobierno de Nicolás Maduro. Ahora es factible que también quede en la memoria porque ahí funcionaba una red de tráfico de guaguas destinadas a ritos satánicos. Las víctimas eran mujeres embarazadas provenientes de la vecina Venezuela.
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Según publicó El Heraldo de Colombia, los recién nacidos los vendían por aproximadamente US$ 36 mil. Esta información es uno de los primeros datos de una investigación que lleva varios meses. “La cifra es muy alta y realizando labores de investigación, identificamos varias partes del mundo donde se ha dado la misma situación. Los menores van a manos de personas que realizan rituales satánicos”, explicó una fuente del caso.
Tres líderes
El diario El Tiempo describió a esta red como una “organización delincuencial que estructuró su portafolio de servicios criminales abordando mujeres en estado de gestación; especialmente venezolanas, para que una vez nacidos los menores estos fueran entregados para ser vendidos”. También se indica que la red era coordinada por una venezolana, una ecuatoriana y un colombiano.
Autoridades colombianas lograron capturar a seis personas el pasado 30 de abril, durante la “Operación Natus”. Esto permitió rescatar a una guagua que ahora está en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
“Una vez que nacían los menores eran entregados para ser vendidos, al tiempo que eran registrados de manera irregular para posteriormente sacarlos del país hacia Ecuador y posiblemente llevados a Europa”, relató la misma fuente consultada por El Heraldo.