La lógica indica que los policías concentran sus esfuerzos en buscar y encontrar a los delincuentes, pero en este caso, fue el victimario el que buscó a la policía para entregarse por un brutal acto de violencia.
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El miércoles 12 de mayo, un hombre de 59 años llegó a la comisaría 1ª de Fontana, provincia del Chaco, Argentina. Los efectivos pensaron que el hombre venía a hacer una denuncia, pero era algo diferente.
La persona realizó una confesión: agredió a su mujer con un martillo, en el domicilio donde compartían. La agresión, según aseguró el victimario, se produjo después de una discusión entre ambos.
Confesión
Apenas realizó la confesión, la policía se dirigió al domicilio donde encontraron a Mirta Cardozo herida de gravedad. Los efectivos conformaron que la mujer, simple vista, presentaba varios golpes en la cabeza.
De inmediato, Mirta fue trasladada de urgencia al hospital de la localidad. La mujer agonizó algunas horas y luego el equipo médico confirmó su fallecimiento.
El hombre había quedado detenido bajo el cargo de “supuestas lesiones en contexto de violencia de género”. Pero tras confirmarse la muerte de su pareja, el delito imputado cambió a femicidio.