El fin de semana pasado, un niño de 3 años jugaba a las bolitas a un costado de la calle, en el barrio Virgen del Huerto, de Las Talitas, en Tucumán Argentina.
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Era un día más, hasta que una camioneta arrolló al pequeño, quien murió en el acto. El brutal suceso se agravó cuando la gente se percató que la conducta del vehículo era una joven de 15 años.
La policía inició una investigación de los hechos y, ante la tensión de todo el vecindario, se colocaron dos efectivos de la policía en la casa de la joven.
“¡Quémenle la casa!”
Pero los policías no pudieron contener la ira de un grupo de personas que buscan cobrarse justicia por mano propia.
Un grupo de vecinos atacó la casa de la conductora con piedras y palos. Luego ingresaron al domicilio y empezaron a saquear, mientras otros gritaban: “¡Quémenle la casa!”, asegura la prensa argentina.
La actitud de varias personas que sacaron los electrodomésticos más costosos generó especial indignación entro otros vecinos.
“No puedo creer lo que veo. Cometió un tremendo error esa chica y debe ser juzgada con todo el peso de la ley, pero permitir que cualquiera ingrese a su casa y se lleve todo es otro delito”, aseguró un testigo, a Crónica.
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Otros vecinos apuntaron a la inacción de los efectivos policiales ante el robo que se estaba cometiendo.
“Los milicos parados mirando. Qué gente de mierda: lo que menos les importa es el nene. Estoy de acuerdo que se haga justicia pero llevarse el plasma no es justicia, es aprovechar la situación para robar”, comentó un vecino.
