La pornovenganza tuvo un hito histórico en Argentina este jueves 10. En La Rioja, Paula Sánchez Frega (28) se transformó en la primera mujer en lograr una condena en contra de un ex que difunde videos sexuales íntimos cuando ya terminó la relación. El sujeto, el tatuador Patricio Pioli, recibió cinco años de cárcel.
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Según publicó Crónica, éste es el primer caso que llegó a la fase de juicio oral en el país. La defensora de la víctima de pornovenganza, la abogada Soledad Varas, dijo que “costó muchísimo desde el inicio. Todos se negaban a tomar la denuncia, porque no configuraba delito, por ende no sabían cómo encuadrar los hechos”.
Sánchez Frega conoció a Pioli en 2016 cuando llegó al local de tatuajes donde Pioli trabajaba. A los dos meses del inicio de la relación, él se fue a vivir a la casa de la joven y a los cuatro el vínculo empezó a romperse por continuas peleas. A los ocho meses ella logró que el tatuador se fuera. Recibió insultos y amenazas en torno a la publicación de videos y fotos sexuales.
Pornovenganza: cuándo partió
Según relató la mujer, “con mi consentimiento, él grababa nuestras relaciones íntimas. Yo no le preguntaba para qué, pero suponía que era para mostrárselas a sus amigos. A mí no me molestaba, confiaba en él y pensaba que no pasaría de ese círculo”, dijo la víctima. “Pero todo cambió cuando mi intimidad cruzó la frontera llegando a lugares como a Córdoba. Ahí fue que decidí denunciarlo y llevarlo a la Justicia”, detalló.
En junio de 2017 a Pioli lo pusieron en prisión preventiva por coacción y lesiones leves contra la joven, quien lo había denunciado por recibir amenazas de viralizar las fotos y videos que él había tomado. La mujer contó que por esta pornovenganza sufrió insomnio y le costaba salir a la calle.
Ahora el tatuador fue condenado por el delito de de “coacción y lesiones leves calificadas” contra su expareja, en el primer juicio oral en Argentina por la difusión de material sexual íntimo, tipificado en el Código Penal como “pornovenganza”.