La pistola no le funcionó a un hombre que pretendía matar a su exesposa y por eso agarró un cuchillo y la apuñaló al menos diez veces. Hasta que la mató. Y luego él tomó otro cuchillo y también se lo clavó hasta que no pudo más. Todo esto ante los hijos de la pareja, de 6 y 8 años de edad.
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Según publicó el diario argentino Crónica, los hechos ocurrieron el domingo en la localidad de Quilmes, parte sur del conurbano bonaerense. Al hombre lo identificaron como Mauricio Beltrán (33), de nacionalidad boliviana. Y a la víctima, como Lía Aguirre (32), también de nacionalidad boliviana.
La policía de Quilmes llegó a la casa de la mujer luego de recibir la alerta de parte de un vecino. Él denunció que los dos niños sufrían un ataque de pánico porque presenciaron una “pelea” entre sus padres. Ambos se separaron hace más de un año y ahora el padre tenía visitas semanales con sus hijos.
Una vez en el sitio, la policía encontró dos cadáveres y una pistola calibre 38, un cargador y un cuchillo con manchas de sangre. De acuerdo con fuentes del caso, al sujeto le tocaba visita este domingo 13 y por eso pasó a recoger a los niños. Ahí partió la discusión.
Pistola y cartuchos
Según esta versión, el tipo sacó la pistola que llevaba, disparó varias veces pero las balas no salieron. El arma se trató. En el lugar la policía encontró casquillos percutados. Las cámaras de seguridad del lugar mostraron que el tipo se quitó la vida con una cuchilla que encontró ahí.
Se infligió cuatro puntazos en la zona del corazón y murió en el lugar frente a sus dos hijos. “Ella cayó muerta en el lugar, mientras que él deambuló por el local, logró salir y cayó fallecido en la parte de atrás”, dijo un investigador citado por Crónica.
La pareja mantenía una relación conflictiva tras la separación y el hombre tenía una denuncia en el Juzgado de Familia. “Existe una restricción que no se pudo notificar porque no se encontró al hombre, aunque mantenían el régimen de visita con los chicos”, detalló un investigador.