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Empresario coreano presenta denuncia en contra de un asesor del Ministerio Público por apropiarse indebidamente de $200 millones

La querella por la venta ilegal de dos propiedades de Choon Sik Park es contra el exfiscal Carlos Olivos, hoy abogado asesor de la Fiscalía Regional del Maule.

El empresario coreano Choon Sik Park denunció a un exfiscal del Ministerio Público, en la actualidad asesor de la Fiscalía Regional del Maule, por el delito de falsificación de documentos para rematar dos propiedades y apropiarse fraudulentamente de los 200 millones de pesos de la venta de ambos bienes inmuebles.

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El caso, presentado este viernes por radio Bío Bío, acusa que el abogado Carlos Olivos Muñoz y otros dos colegas suyos, Belisario Prats y Alexis Paiva, realizaron el ilícito en contra de Park aprovechándose de un mandato falso respecto de una sociedad que el demandado creó a inicios de los noventa.

«La acción penal fue ingresada directamente en la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, en busca de que se inicie una investigación en contra del abogado de profesión, Carlos Olivos Muñoz, y otros dos colegas suyos, por los delitos de uso malicioso de instrumento público y prevaricación», relata el reportaje de radio Bío Bío, que cuenta que en 1998 se configuró el delito.

«Ese año, se acusa que el abogado presentó un mandato falso de la sociedad coreana para reclamar una deuda que no le correspondía», reveló la radio, que pone a Paiva como el nexo en el delito denunciado por Park.

«Este último (Paiva) hasta unos años antes fue el abogado de confianza del empresario asiático, razón por la que se le acusa de haber cometido el delito de prevaricación que según el Código Penal castiga hasta con la inhabilitación perpetua al ‘abogado o procurador que con abuso malicioso de su oficio, perjudicare a su cliente o descubriere sus secretos’. Así las cosas, la maquinación -apunta el escrito- le permitió al trío de juristas varios años más tarde, en 2013, materializar el remate de dos propiedades del empresario oriental ubicadas en Lo Barnechea y hacerse de $204 millones, pese a que los inmuebles estaban avaluados en tres veces ese monto».

Respecto del hecho, el abogado patrocinante del empresario coreano radicado en Chile, José Antonio Villalobos, detalló en la demanda que «Olivos, junto a otro abogado de origen coreano que conoció mientras estudiaba Derecho, elaboraron un documento desde el país asiático, consistente en un supuesto mandato».

«En dicho instrumento ideológicamente falso, de acuerdo al abogado patrocinante de la causa, presentado por la sociedad Dong Seon Special Material Co. LTD., figura el nombre de una persona que nunca había comparecido por la sociedad coreana», indica el reportaje, donde se asegura que según el representante de Park, «nadie sabe quién es y aparece arrogándose una representación falsa, ya que no existía deuda ni sociedad alguna, en la tramitación del proceso civil seguido ante el 9º Juzgado Civil de Santiago y pese a tener cabal conocimiento que la empresa no existía en la República de Corea».

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«Personalmente al tener un pobre dominio del español, fue muy difícil y a veces imposible entender lo que estaba pasando en las causas. Por eso viví mucho tiempo con temor, con estrés, la inhabilidad de usar mi nombre para poder hacer vida, todos los factores cuales me causaron problemas de salud importantes, diabetes, hipertensión, y hasta cáncer», explicó el afectado, quien se lamentó por un hecho que le afectó por muchos años.

«Fue horrible, no hay palabras, pero lo peor de todo es que yo no supe que había pasado el remate hasta un mes después de lo ocurrido. Me sentí defraudado y abandonado por el sistema, con un sentido de frustración. Sentí que estaba siendo defraudado por un fantasma», cerró.

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