Una mujer de 70 años evitó caer en el «cuento del tío» y logró incluso que los propios estafadores le depositaran dinero en su cuenta.
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Según informa RT, consignando a medios locales, el hecho ocurrió en Rusia. Allí, los sujetos llamaron a una profesora jubilada con el fin de robarle el dinero que tenía en el banco, haciéndose pasar por trabajadores de la sucursal.
Sin embargo, la mujer de inmediato captó que se trataba de una estafa, pero en vez de cortar la llamada, decidió seguirles el juego.
Tras ser consultada sobre la cantidad de dinero que tenía en el banco, ella respondió que ocho millones de rublos, siendo que en realidad tenía 50.
«Dije la primera cantidad que se me ocurrió: 8 millones. No sé por qué esa cantidad», sostuvo la profesora.
«Entonces la persona con la que hablaba empezó a apresurarse a decir que cada segundo era valioso, y me sugirió que fuera al banco, retirara todo el dinero y lo transfiriera a una cuenta segura. Además, pidió que no colgara para seguir en contacto», relató.
Tras esto, la mujer afirmó a los estafadores que las llamadas entrantes a su teléfono eran de pago y que no sabía cuanto le duraría el saldo.
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Ante esto, los sujetos le depositaron dinero en su cuenta, para que pudiera recargar el teléfono.
«Casi inmediatamente me transfirieron 500 rublos. Al parecer, me iban a tener enganchada durante mucho tiempo», expresó.
Minutos después de esto, la volvieron a llamar para continuar con la estafa, instando a la mujer a retirar dinero en un cajero automático, ante lo cual ella preguntó de vuelta al hombre a cuál banco representaba.
«Cuando lo nombró, me hice la esclerótica y le dije que los 8 millones estaban en otra organización, y que solo tenía 50 rublos en su banco», señaló.
Finalmente, los estafadores lanzaron insultos a la mujer a través del teléfono, cortando la llamada.
La profesora, cuya identidad no se reveló, relató que anteriormente ya había recibido al menos dos llamadas para que cayera en el «cuento del tío», por lo que cuando escuchó que en esta ocasión la llamaba un «agente de seguridad del banco», optó por seguirles el juego para ver qué pasaba.