Una mujer de 57 años, de nombre Lidia, decidió quitarle la vida a su esposo, el productor rural Mario Miguel Stasiak (57), luego de descubrir que su pareja mantenía por años una relación extramarital con una vecina, con la que además había tenido un hijo.
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Los hechos ocurrieron hace un mes y medio en la pequeña localidad argentina de Colonia Alberdi, en la zona centro de Misiones, y en esa oportunidad la esposa de Stasiak había declarado ante la policía que el crimen contra su pareja había sido cometido por un desconocido que había ingresado a la casa pocos minutos después que su marido llegara a la casa.
En su relato aseguró que, mientras ella se encontraba en la cocina, escuchó una serie de disparos que acabaron con la vida de Stasiak, a quien el sujeto además le habría robado 60 mil pesos que su esposo tenía guardados en una campera que estaba colgada en el clóset.
Con esos datos fue que la policía local inició las investigaciones para dar con el paradero del supuesto criminal, sin embargo las diferentes versiones que la mujer dio a los oficiales le dieron otro foco a su investigación, ya que en el registro de la vivienda se encontraron con una serie de hallazgos contrarios al testimonio de Lidia.
Según contó el diario Clarín, al llegar a la «propiedad ubicada en la Colonia Tacuara se encontraron con dos habitaciones completamente desordenadas. Al revisar el lugar se toparon con la billetera del productor con más de 10.000 pesos. La versión del robo empezaba a caerse. También les llamó la atención la dirección de los tres disparos que impactaron en el chacarero. Todo indica que estaba sentado cuando fue atacado desde el flanco izquierdo».
La historia de la mujer terminó por desmoronarse una vez que los oficiales «hallaron un revólver calibre .22 escondido en una cocina a leña del hogar» y tras realizarle las pruebas para detectar pólvora en sus manos, ratificaron que Lidia había dado positivo a la prueba.
Con esas contundentes pruebas, los policías detuvieron a la mujer por orden del juez de Instrucción de Jardín América, Roberto Sena.
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Con Lidia ya detenida y con los testimonios de vecinos y los propios hijos del matrimonio fue que la policía pudo dar con el motivo del crimen.
«La relación entre Lidia y Mario no atravesaba un buen momento desde que la mujer se enteró que su marido tenía una relación paralela con una vecina y que producto de ella había nacido un hijo. El chacarero asumió su nueva paternidad y asistía económicamente al pequeño y a su madre, con quien mantenía la relación. Ése habría sido el detonante de numerosas discusiones de pareja y habría marcado el fin de la vida de Mario», detalla Clarín, que además reportó que el magistrado de la causa ordenará a la Dirección de Criminalística de la Policía de Misiones que realice una «prueba balística» para determinar si las balas extraídas del cuerpo de la víctima corresponde al arma encontrada en el hogar.
Algo que, afirma el medio, ya «se da por descontado» porque peritos policiales detectaron que el arma tenía vestigios de «haber sido disparada recientemente».