Los médicos del Centro Assuta, en la costera ciudad de Ashdod, en Israel, se encontraron con un singular caso cuando asistieron al nacimiento de una niña, a comienzos de julio. La guagua traía a su propio gemelo, que había estado creciendo en su estómago. Pero al momento del parto, éste ya se encontraba fallecido, de acuerdo con los reportes clínicos.
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Según los médicos, se trata de un fenómeno extremadamente raro, que surge sólo una vez por cada 500.000 nacimientos. Los controles y ecografías en las últimas etapas del embarazo identificaron que el estómago de la niña estaba agrandado. Cuando nació, los médicos examinaron y confirmaron que había algo dentro de la recién nacida, publicó el diario británico Daily Star.
El equipo de médicos llevó a cabo más exámenes, incluidos ultrasonidos y rayos X. “Nos sorprendió descubrir que era un embrión”, dijo Omer Globus, director de neonatología de Assuta. Por eso, tuvieron que hacer una operación a la niña. Para eliminar dos sacos que tenía en su estómago. “Creemos que más de uno estaba allí todavía lo estamos comprobando”, añadió.
Los médicos explican
Globus enfatizó que los restos no eran de un embrión completamente formado, sino uno que sólo se desarrolló parcialmente. Los médicos vieron ciertos huesos y un corazón, dijo. “Pero no parecía un embrión como uno se lo imagina”, explicó. La operación fue exitosa y se espera que la niña se recupere por completo, agregó. La niña y su madre ya están en su casa.
A eso añadió que hay una serie de teorías sobre cómo ocurren estos casos, una de las cuales es que el embarazo comienza como gemelos, pero luego uno de los embriones es absorbido por el otro. «Ocurre como parte del proceso de desarrollo fetal cuando hay cavidades que se cierran durante el desarrollo y uno de los embriones entra en ese espacio», dijo. «El feto en el interior se desarrolla parcialmente pero no vive y permanece allí», añadió.