Tal como está pasando en varios países, la delincuencia ha ido en aumento durante la pandemia y los comerciantes han sido especialmente afectados. Y es lo que le pasó a un hombre de 38 años en Bolivia, quien fue asesinado en su propio negocio.
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El hecho ocurrió en Santa Cruz de la Sierra, donde Javier Maturano, quien tenía un local de venta de pollos junto a su esposa, decidió quedarse a dormir en el recinto para protegerlo, porque ya habían sido asaltado tres veces.
Sin embargo, por el baño del loca, donde justamente estaba su dueño, entraron dos delincuentes, quienes lo estrangular con el cable de un refrigerador, llevándose todo el dinero del local y un televisor.