Este sábado familiares y amigos de Catalina Torres velaron a la joven que perdió la vida el viernes tras ser atacada por un tigre blanco en el Parque Safari de Rancagua.
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Sus compañeros de trabajo acusan negligencia de parte del recinto, ya que no le alertaron a la joven ni a su equipo que el felino deambulaba suelto.
Esta es la misma tesis que maneja hasta el momento la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones.
Al momento del fatal ataque, la estudiante de 21 años se encontraba en compañía de su pololo, Javier Caro. El joven la acompañó hasta el último minuto y acusa que nunca fueron advertidos de que uno de los animales se encontraba suelto.
«En ningún momento nos advirtieron de que había un tigre suelto. Nosotros entramos confiados a hacer nuestra labor encomendada por el jefe el día anterior», señaló el joven.
Los últimos minutos de vida de la joven en el safari
Javier anotó en un cuaderno detalladamente, minuto a minuto, todo lo que ocurrió tras el ataque que le provocó la muerte a su polola.
«Pedí ayuda a manejo por la radio y en ese momento no se escuchó a nadie que respondiera. Nosotros tratamos de arreglarla por nosotros, siendo que ni siquiera teníamos un implemento para defendernos», contó Javier.
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Según sus cercanos, Catalina era una joven alegre, deportista y amante de los animales. Muchos de estos, entre ellos su madre, calificaban a la joven como «un ser de luz».
La PDI se encuentra analizando las declaraciones de los testigos para verificar si efectivamente hubo o no negligencia de los encargados del recinto.
La Fiscalía está a la espera del informe del SAG para verificar el cumplimiento de los protocolos y las circunstancias en las que ocurrió el fallecimiento de la guía turística.