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Rescatan y salvan tortugas que flotaban con cintas de casete y etiquetas de bebida en sus estómagos

Los ejemplares de tortuga encontrados en Antofagasta sufren el síndomre de la boya y no podían sumergirse debido al consumo de plástico y basura lanzados al mar.

En sólo 15 días rescataron a dos tortugas oliváceas desde el borde costero y las llevaron al Centro de Rescate y Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Antofagasta.

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Ambos ejemplares presentaban cuadros similares. Tenían lesiones en su caparazón, estaban desnutridas y deshidratadas. Además, perdieron su capacidad de sumergirse, por lo que flotaban a merced de las corrientes. Tras un análisis, los especialistas entregaron su diagnóstico: síndrome boyantes.

El síndrome boyantes o síndrome de la boya es una patología asociada al consumo de plástico y basura lanzada al mar. Pero también se provoca por golpes accidentales o alguna infección intestinal de origen natural.

Es una condición que provoca gases en el tracto digestivo de las tortugas, lo que las hace perder su capacidad de sumergirse. Las tortugas afectadas quedan a la deriva, sin poder alimentarse y expuestos a ser atacados por depredadores o golpeados por embarcaciones.

Tortugas a la deriva en peligro de muerte

Con frecuencia, el desenlace es la muerte, pero algunas corren con suerte. “Tuvimos una tortuga que llegó con todo su aparato digestivo obstruido y después en sus fecas apareció una cinta larga de un casete de música y una etiqueta de bebida», dice el director del centro de rescate, Carlos Guerra.

«Cuando revisamos la etiqueta nos dimos cuenta que esa marca de refresco se comercializaba en Panamá”, agregó.

El biólogo marino explicó que la basura plástica se convierte en la principal amenaza para las especies que habitan en el océano, incluidas las tortugas, La confunden con alimento y la ingieren. Como resultado, se llenan de gases y dejan de alimentarse porque no pueden sumergirse para cazar.

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Además, al estar expuestas, sus caparazones se invaden de epibiontes (pequeños organismos que crecen sobre ellas) y comienzan a llenarse de algas, lo que dificulta aún más cualquier movimiento.

Rescate en las playas de Antofagasta

“Lo positivo es que pueden estar meses sin comer, porque al ser reptiles, tienen un metabolismo muy lento, eso las favorece y las ayuda a sobrevivir”, detalló Joselyn Núñez, profesional del centro de rescate.

En últimos 15 días, dos tortugas oliváceas adultas se rescataron en el borde costero de Antofagasta. Una en playa La Chimba y la otra en el Balneario Municipal.

Ambas sufrieron el síndrome boyantes y presentaban deshidratación a raíz de una sobre exposiciónsolar y fracturas de origen indeterminado en sus extremidades y caparazón.

Las tortugas actualmente se recuperan en el Centro de Rescate de la UA, donde permanecen en piscinas artificiales con agua de mar a una temperatura que oscila entre los 20 y 24 grados.

Ante su incapacidad de comer de manera autónoma, son alimentadas con una sonda que les provee una papilla de pescado fresco con multivitamínicos.

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