El actor de cine porno Rom Jeremy aprovechó las ventajas de su fama para conocer y atacarr a mujeres a las que violó y agredió sexualmente. Ello, según las declaraciones de 21 mujeres ante un jurado investigador que se revelaron este sábado.
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“¿No sería gracioso si tuviéramos una foto y un autógrafo suyo?”, dijo Jane Doe 8, que recordaba cuando junto a una amiga vieron a Jeremy en un bar de West Hollywood. Unos minutos después la agredió, según declaró. Varias mujeres sufrieron ataques en el mismo pequeño cuarto de baño.
“Era Ron Jeremy, quiero decir estaba impresionada en cierto modo. Una celebridad, lo era un poco”, dijo otra mujer, Jane Doe 7. Jeremy llamó a la puerta de la habitación de un hotel en Hollywood que ella compartía con amigas.
Jeremy, de 68 años y cuyo nombre real es Ronald Jeremy Hyatt, se declaró inocente de 34 cargos de agresión sexual, incluidos 12 cargos de violación. El jurado investigador del condado Los Ángeles reanudó un proceso en su contra el 25 de agosto.
Lleva en prisión desde su detención en junio de 2020. Su abogado, Stuart Goldfarb, dijo que es “inocente de todos los cargos” y que lo demostrará. Goldfarb no respondió en un primer momento a un correo electrónico pidiendo más comentarios.
De actor de prestigio en el porno a la cárcel
Jeremy, apodado “The Hedgehog” («El Erizo»), fue durante décadas uno de los intérpretes más conocidos y prolíficos de la industria del porno. Se convirtió en un personaje reconocible de la cultura popular a través de reality shows, apariciones públicas y videos musicales.
Durante años atrajo a personas que pedían autógrafos o tomarse fotos con él, la forma en la que conoció a la mayoría de las mujeres y niñas, de entre 15 y 51 años, a las que está acusado de agredir.
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Muchas mujeres describieron cómo Jeremy utilizó los mismos métodos en los mismos lugares.
Era un cliente habitual en el Rainbow Bar and Grill de la calle Sunset de West Hollywood, donde tenía permiso para utilizar el baño de empleados.
Atraía a las mujeres allí ofreciéndose a mostrarles la cocina donde el restaurante preparaba sus famosas pizzas o diciéndoles que conocía un baño que podían utilizar tras el cierre de los servicios para clientes cuando el local empezaba a cerrar.
Las seguía al pequeño espacio, cerraba la puerta y aprovechaba su considerable tamaño para impedir que salieran. Después las violaba o cometía otra clase de agresión sexual, según las declaraciones de varias mujeres.
Varias dijeron que Jeremy les pidió que escribieran una nota sobre su experiencia en una servilleta o un pedazo de papel. Los fiscales lo describieron como un intento de reunir pruebas de consentimiento tras el episodio. Las mujeres, bajo presión y que querían marcharse, cedían a menudo.
Jeremy también dio dinero en efectivo a algunas víctimas tras los ataques por motivos similares, según los fiscales.