La hija de Ketty Cáceres, una mujer de 91 años que permaneció a lo menos una década muerta en su hogar de Curicó, hasta ser hallada en julio de este año, cobró la pensión de 576 mil pesos de su madre hasta 2017.
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Según consigna un reportaje de la revista Sábado de El Mercurio, la Caja de Previsión de la Defensa Nacional (Capredena) detuvo el pago de la pensión en septiembre de 2017 debido a que la documentación presentada por la hija de Cáceres, que además le hizo creer a los vecinos de la mujer fallecida que ella se encontraba en un hogar de reposo, estaba incompleta.
El cobro irregular de la pensión de anciana muerta por 10 años en Curicó
«Desde Capredena, cuentan que Ketty Cáceres siguió recibiendo, hasta junio de 2017, su montepío como familiar de un funcionario del Ejército fallecido, y que ascendía a 576 mil pesos brutos mensuales. Desde la institución explican que desde 2009 el pago se hacía a la hija de la beneficiaria, un trámite que debía renovarse cada dos años», cuenta la publicación, que informa a su vez que dicho cobro quedó suspendido hace cuatro años.
«El proceso se complicó el 3 de julio de 2017, cuando detectaron que el poder entregado por la mujer tenía la firma y timbre de un oficial del Registro Civil, pero no del notario, como exigía la normativa, así que fue rechazado (…) ante la devolución, dos días más tarde la hija ingresó un nuevo documento. De Capredena aseguran que corroboraron con el notario aludido que el papel era falso, por lo que presentaron una denuncia ante la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, que derivó la causa a Curicó y se determinó el fin del pago de la pensión», relata.
De momento, indica el medio, la causa «se archivó hasta ahora», ya que la fiscal que investigaba ese caso «decidió sumarla como antecedente a la indagatoria de la PDI», que sustancia la investigación respecto de la muerte de Cáceres.