Fugitivo hace casi 30 años, Darko Desic volvió a ponerse a disposición de las autoridades que una vez eludió en Australia. En 1992 uso sierra y tenazas para escapar de la prisión en Sidney. Pero ahora, con 64 años, entró el domingo 12 a una comisaría para entregarse porque la cuarentena por el covid lo quitó el trabajo y la casa.
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Según publicó el diario australiano Daily Telegraph, Desic se entregó en la comisaría de Dee Why, la zona playera de moda en el norte de la ciudad. Este martes le negaron la fianza cuando compareció ante una corte. Lo acusaron de escapar de una detención en 1992. Enfrenta una condena de siete años.
Fugitivo se cansó
En junio comenzó la cuarentena en Sydney y el fugitivo quedó sin su trabajo informal de albañil. El último sábado durmió en la playa y se dijo “se acabó, volveré a prisión donde hay un techo sobre mi cabeza”. Desic tenía 35 años cuando escapó de la prisión de Grafton, 620 kilómetros al norte de Sydney, la noche del 31 de julio al 1 de agosto de 1992.
La policía alega que utilizó herramientas como una sierra y unas tenazas para cortar los barrotes de su celda y una cerca en el perímetro de la cárcel. Ahí llevaba trece meses de una condena de tres años y medio por cultivar marihuana. Los esfuerzos para encontrarlo fueron infructuosos.
Desic, nacido en la antigua Yugoslavia, dijo a la policía que se escapó porque creía que le deportarían al cumplir su sentencia, según el diario. Temía que se le castigaría por no hacer el servicio militar obligatorio en su país de origen, que después se dividió en varios países.
Aunque mantuvo una vida discreta, una vez se le mencionó en “Australia’s Most Wanted”, un programa de televisión sobre crímenes reales que se emitió durante una década hasta 1999. Después de que alguien dijo haberlo visto en Nowra, 190 kilómetros al sur de Sidney.