PUBLICIDAD
Reproducción
Por: Marcelo Ibáñez
Twitter: @cajitaXD
Más información difundida a altas velocidades, develando engaños, multiplicando voces y diversificando los puntos de vista. Así se podría resumir el impacto que ha tenido Internet en los procesos comunicacionales a nivel global. Una ola de fotos, textos, noticias y comentarios que inundaron como un tsunami, el control de la información que, hasta la irrupción de la web 2.0, ejercían la mayoría de los medios tradicionales.
Esos que decidían la agenda casi sin contrapeso. La misma que se multiplicado ha una velocidad viral, infestando una multiplicidad de pantallas.
El primer efecto fue político: gracias a Internet como un medio sin control ni filtro, pudimos enterarnos de puntos de vista defendidos en la web, mucho antes que los medios de comunicación tradicionales tuvieran que cubrir obligadamente controversiales hechos. De la inexistencia de la armas químicas que justificaron la invasión de Irak durante el gobierno de Bush, el caso de las tabacaleras que utilizaban elementos químicos para aumentar el poder de adicción, que productos generan casos como el de Freirina, los ejemplos de la última década en que la web y las pruebas obtenidas gracias a la democratización de la tecnología dieron el primer paso, difundiendo hechos antes que los medios tradicionales, son muchísimos.
El resultado fue un aumento a nivel global de la desconfianza que sienten los ciudadanos hacia sus gobiernos, empresas multinacionales y otro tipo de instituciones. Llegó “Wikileaks” y las redes sociales llegaron a ser una poderosa arma a la hora de ponerse de acuerdo para protestar, como lo demuestran los casos de Egipto y actualmente Turquía.
El mismo efecto se vivió en el mundo del entretenimiento: una irrupción de la realidad con filtraciones de los momentos en que las súper estrellas, antes rodeadas con un halo divino, develaban su absoluta mortalidad: de fotos sin maquillaje y photoshop a filtraciones de sus videos sexuales. Ahora hasta las estrellas son como nosotros, simples mortales disfrazados de poder, propensos al error y la falla. Trolleables de principio a fin. Quizás por ello ya no hay grandes fenómenos en el mundo de la música, y los únicos que lo lograron realmente en la última década alrededor del mundo fueron Lady Gaga y Justin Bieber. La primera, un invento en sí misma, tan alienígena que borra sus referentes humanos. El segundo, el chico de la puerta de al lado, un tipo tan real como cualquiera.
Ese fenómeno de la ausencia de filtro, la honestidad brutal que desnuda las miserias y las estrellas que bajan del firmamento para alinearse con el mundo común de las personas de a pie es el mayor efecto comunicacional y cultural generado por Internet. El relajo se hizo mayor en las pantallas nacionales, la ficción fuera de este mundo se convirtió en una exitosa corriente, pero ningún programa asumió realmente el nuevo lenguaje de la televisión por Internet como en sus ocho capítulos lo ha hecho “Anita Sin Filtro”, el webshow de Anita Alvarado.
Grabado en el living de su casa en La Florida y transmitido vía Youtube, “Anita Sin Filtro” es un gran programa de conversación para la era de Internet.
Todos tenemos algún tejado de vidrio, excepto gente como Anita Alvarado: un mujer que se ha encargado de apedrear su propio tejado, desde su primer acto fundacional como personaje, al reconocer que fue prostituta. Un acto de liberación que le permite hacerle honor a su webshow y contar lo que se le dé la gana. Honestidad brutal. El espectáculo funciona y cada capítulo supera las cien mil visitas. No sólo porque hable de sexo sin tapujos, sus invitados desenrollen la lengua hasta contar la trastienda del mundo farandulero de manera descarnada, si no porque es simplemente entretenido verlos ahí, en el living de una casa, decir todo lo que no dicen en la tele programas como “SQP” o el conservador “AR”. La definición más básica de la ventaja que tiene la televisión en Internet por sobre la tradicional.
Comenta y comparte los programas de tele que odias y amas en www.facebook.com/LaCajitaFeliz o en el Twitter: @cajitaXD