Por: @Televisivamente, Tevito y seriefilo
PUBLICIDAD
Gracias a la oportunidad de escribir aquí puedo tener el agrado de explayarme sobre algunas cosas que no son muy conocidas. Esas series que no están al alcance de un televisor, sino más bien de el increíble mundo de internet. Lo cierto es que la serie de la que escribiré a continuación es emitida por Channel 4 en el Reino Unido pero que, por el momento, podemos disfrutar a través del mundo cibernético.
Dates partió sin meter mucha bulla (como lo suelen hacer las mejores series) dentro del panorama televisivo, pero rápidamente logró notoriedad por su temática y relajado estilo para contar una historia. La cosa es simple: el programa, como su nombre lo indica, se basa en parejas teniendo citas… eso a grandes rasgo. Lo bueno empieza en los detalles, estas citas pueden serlo muy raras, la mayoría de ellas concertadas a través de los populares sitios web donde se hacen esas especies de “estadísticas de compatibilidad” que, en mi opinión, no son muy efectivas. La serie desde el primer capítulo engancha: prácticamente se desarrolla en una sola locación, los actores son escogidos con pinzas y demuestran verídicamente las emociones que se pueden llegar a tener en este tipo de situaciones. El telespectador se queda impávido viendo el desarrollo de la cita (que, en la mayoría de los casos, llegan a ser desastrosa) esperando el ¿qué va a pasar?. Los diálogos son interpretados con naturalidad y las situaciones son recreadas con bastante realidad haciendo que los 23 minutos que dura cada episodio (uno distinto al otro, algunos personajes se repiten) se hagan poco.
La mayoría de las citas en la serie es a ciegas. Nunca sabemos con que nos vamos a encontrar en cada episodio. Pasando por esa persona arrogante, siguiendo con el freaky o experimentando con personas del mismo sexo, también está el inseguro o esa persona que esconde un secreto. Cómo dicen los abuelos: hay de todo en la viña del señor. Y es que el creador de Dates (qué también es el creador de la mítica serie británica Skins) sabe bien cómo hacernos participes en una especie de “integrante invisible” en la progresión de dichos encuentros. La serie recuerda un poco a otra gran serie como es In Treatment. Claro. la lógica aquí es distinta pero la forma es muy parecida: Dos personajes donde el dialogo y las emociones son piezas fundamental en cómo se construye el capítulo. y, al igual que la vida, algunos finales no son felices.
Sin duda la ficción Británica es una género desconocido por este lado del mundo. Me atrevo a decir que tiene un nivel incluso mejor que el Norteamericano en cuanto a la narrativa. Dates nos demuestra el difícil arte de encontrar el amor en Londres (Que perfectamente se puede trasladar a nuestro país). Cautivar a otra persona más allá de lo físico y, quizás, demostrar que lo anti-romántico pasando por lo divertido también puede ser una buena manera de encontrar a la media naranja. A través de la nuevas tecnologías. estas citas 2.0 arriesgan bastantes a crear una ilusión/decepción del ser humano. Pero bueno. Así somos. llenos de matices, defectos y “skins”