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Gentileza
Ya estamos disfrutando de los primeros días del 2015, mucho calor, vacaciones para algunos, pero no para las producciones turcas. Si usted pensaba “Año nuevo, producciones chilenas nuevas”, no es así. Anoche se vivió el último capítulo de la gallina de los huevos de oro de Mega “Las mil y una noches”, la cual llegó a tener peak de sobre 35 puntos a lo largo de su emisión. Todo un éxito. Claro, si dejaron de lado las producciones chilenas, donde siempre se veía la misma trama y favorecieron a las mujeres en la casa, dándoles la oportunidad de gozar casi una hora con un protagonista de ojos verdes y barba tupida. ¿Qué mejor? Y esta teleserie entró de una en cada casa y si le queda alguna duda, le cuento que el Registro Civil entregó la nómina de los nombres más usados para las guaguas nacionales. Veinte niños fueron bautizados como Onur y Sherezade en 2014. ¿Usted lo encuentra mucho? Yo también.
Ahora si piensa que aparte del gran fenómeno “Pituca sin Lucas” la pantalla nacional se llenará de producciones chilenas en marzo, está equivocado. El furor por las producciones internacionales suma y sigue. Mega seguirá con “Fatmagül” y “La decisión de Ezel”; Canal 13 con “El Sultán”, “Kuzey Güney” y “Amor Prohibido”, que como datito extra, le digo que ahí trabaja la misma actriz de “Fatmagül”, y CHV con “Tormenta de Pasiones”.
¿Qué está pasando, chilenos? Será que nos sentimos más representados por esas tramas, con los hermosos paisajes o simplemente ver una teleserie donde la nana recién llegada a la casa se enamora del patrón, el que se separa de su mujer y donde la nana llega a ser dueña y señora de todo. Será que, y sin desmerecer a nadie, a los encargados de entretenernos con estas producciones en Chile ya se les acabó la creatividad.
Yo creo que la “Onurmanía” llegó para quedarse. Y si no es con “Las mil y una noches” será con su descendencia en nuestras pantallas, pero no es cosa de llegar y comprar una lata con teleseries turcas, también hay que saber programarlas y ahí en Mega lo hacen notable, saben programar o sea al juntar una teleserie con otra se preocupan del tren programático y del márketing. No es casualidad que las de Mega funcionen en grande: las saben escoger, vender y programar.
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Ojo chilenos, que nosotros somos quienes decidimos lo que está en transmisión y si seguimos favoreciendo lo de afuera, dejaremos sin trabajo a todos los actores que aún siguen pensando que pueden dar vuelta el marcador, que pueden dejar atrás las producciones turcas y exitosas y volver a estar en boca de todos como lo que pasó con “Machos”, “Adrenalina” o “Brujas”, entre otras.
Recién estamos en enero… volvamos a hablar en marzo sobre las teleseries, cuando espero, y repito, espero que las producciones chilenas vuelvan en gloria y majestad.
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