En las últimas semanas se ha ido instalando el debate sobre la migración en nuestro país poniendo el acento en un discurso xenofóbico, populista y discriminador. Por ello creo que es necesario poner las cosas en contexto.
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Sin lugar a dudas desde la década de los 90, nuestro país se ha convertido en uno de los principales destinos para la migración en América Latina, esto producto fundamentalmente del crecimiento económico y la estabilidad política del país. Y si bien este proceso migratorio ha ido en aumento, hay que poner las cosas en su lugar, pues tampoco estamos frente a una crisis migratoria como algunos han tratando de instalar en el debate público.
Muy lejos de eso, Chile es aún un país con una baja tasa migratoria. De acuerdo con datos de la Encuesta de Caracterización Económica y Social (Casen), los inmigrantes en nuestro país suman 465 mil y representan apenas un 2,7% de la población en Chile, muy lejos del promedio de los países de la Ocde que llegan al 12,7% de su población.
Con estos datos, llama la atención y preocupa el discurso de algunos parlamentarios y candidatos presidenciales, en torno a sindicar a los inmigrantes como causantes de la delincuencia, o de colapsar los servicios de salud, entre otros males, buscando con ello obtener dividendos políticos de una manera irresponsable, populista y racista, lo cual debe ser condenado por todos.
Lo que la sociedad espera de quienes ejercemos o de quienes aspiran a ejercer un cargo público, es que dejemos a un lado los estereotipos, los estigmas y mitos y actuemos de manera serena y responsable frente a los desafíos y oportunidades que nos presenta la migración.
Por ello, resulta pertinente hacer un llamado al gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet a cumplir el compromiso de discutir una nueva normativa en esta materia, que permita regular la migración de una manera moderna y audaz, que ponga su acento en un enfoque de derechos, que no mire a los migrantes como un mal, sino como lo que son, un aporte en materia demográfica, en el desarrollo económico, social y cultural de nuestro país.
Debemos entender que el fenómeno de la migración representa una oportunidad para nuestro país. El problema de nuestro país no son los inmigrantes, es el populismo con que se trata el tema, es la ausencia de políticas públicas que permitan enfrentar la migración y fomentar la integración, y sobre todo el problema es la intolerancia y el racismo.
Daniel Farcas
Diputado PPD por Conchalí, Huechuraba y Renca
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