Opinión

Confianza, partidos y el refichaje

  1. Diputada del Partido Socialista

La implementación de la nueva ley de partidos políticos destinada a fortalecer su carácter democrático, transparente y moderno ha puesto en aprietos al sistema de partidos existente en un aspecto crucial, el refichaje de la militancia. Las dificultades que han tenido los partidos para lograr la adhesión de su antigua militancia debe hacernos reflexionar respecto de su descrédito y sobre cómo se han minado las confianzas de la ciudadanía con los políticos en nuestro país en los últimos años.

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La necesidad de contar con una nueva ley que regule a los partidos políticos surge de la discusión que se dio en el Consejo Asesor Presidencial Contra los Conflictos de Interés, el Tráfico de Influencias y la Corrupción; por ello es una respuesta al problema de la desconfianza ciudadana con la clase política. Someter a los partidos al refichaje es revalidar la confianza de los militantes con su organización, por ello es un acto tan importante y necesario si se pretende fortalecer el sistema de partidos. Es volver a validar la vigencia social del partido que se expresa en lograr que algo más de 18 mil ciudadanos hagan el acto de volver a inscribirse. Así, los problemas de refichaje son un síntoma de la desconfianza ciudadana.

Lo que está en juego en última instancia es nuestro sistema democrático.

La democracia representativa se sostiene en los partidos políticos, su estabilidad está directamente correlacionada con la fortaleza de los partidos, la que a su vez está dada principalmente por los niveles de democracia interna que tienen como organización, el arraigo en la sociedad que surge del trabajo social de base que realizan sus militantes y la capacidad de contar con un discurso con un marco ideológico que permita la acción política. Solamente contando con partidos que logren dotar a su acción política de un carácter social, se podrán reconstituir las confianzas.

Creo que la figura del político que reniega de la política es tal vez la muestra más dura de la situación en que esta la clase política actualmente. Esconderse en la negación a sí mismo. Aquel político que dice que no hace política solamente contribuye a la desconfianza y alimenta el descréito de la clase política.

Aún estamos lejos de que los problemas de confianza con los políticos se traduzcan en un cuestionamiento social al sistema democrático, pero es necesario actuar ahora. De persistir el descrédito y la desconfianza ciudadana es pensable que el sistema democrático sea cuestionado como tal. Política habrá siempre, es una condición de existencia de la sociedad, pero que esta sea democrática depende del comportamiento de sus políticos. Por ello, la exigencia que le coloca a los partidos el proceso de refichaje, va en el sentido correcto.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

 

 

 

 

 

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