- Comunicador multifacético, experto en marketing y redes sociales y emprendedor por naturaleza.
A Macron le dicen “el candidato de la uberización del trabajo”. Fue en esta columna donde alguna vez analizamos cómo Uber iba a cambiar la economía. Hoy, subterráneamente, sin pagar impuestos directos, muchos chilenos manejan autos que piden otros chilenos que a veces también manejan autos. Esos chilenos, en muchos casos, perdieron trabajos que no se van a recuperar. La tendencia con la tecnología es achicar estructuras. Muchas oficinas en Chile lo están viviendo. Y es brutal, porque es imparable. Parece ser que tenemos que ser amigos de los robots y jefes, antes que nos manden a nosotros.
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Lo pensaba mirando Spotify. Dejé de comprar discos por ello. A mi casa llegó esta semana un parlante con excelente calidad de bajos más chico que un vaso. Esto es fuerte, porque la tecnología, los transistores, los tamaños, están dando otro salto. La lectura de audiencias, también. La forma en que los políticos hablan, los titulares, están directamente modificados en su estructura clásica por las audiencias, mientras las facultades que enseñan carreras humanistas no están a la altura de los nuevos humanos. Hacen arqueología en muchos casos: no están viendo las situaciones del futuro. En el caso de la aplicación de música, Spotify detecta mis gustos. Me entrega diariamente 7 playlist que pocas veces fallan. Una vez por semana me presenta un “radar de novedades”, donde lee lo que me gustaría (y muchas veces acierta, ojo) pero lo más violento es el “descubrimiento semanal”, donde definitivamente ya llega a hacerme pensar que me conoce más que yo.
Esto hace que una radio, en comparación, esté en desventaja. De partida, trata de dispararle a la mayor cantidad de personas posibles. No será que el futuro es vender programas a la plataforma para que opte por presentar canciones y contenidos. ¿No será que las nuevas frecuencias vienen por ahí? Los autos ya son amigables con 4G. Este país cambia de autos más rápido que en cualquier lugar de América Latina. En cinco años, no habrá auto sin acceso a un sistema de streaming como Spotify.
Y ahí veo como van al matadero cientos de estudiantes de Periodismo a los que nunca les han enseñado a leer un Google Analytic, y es preocupante, porque no saben leer lo que quiere decir ese público. Ese público precario también, con nuevos problemas. El mundo se achica, estamos en el Far West con tarjeta y podemos salvarnos dependiendo de nuestra planificación. Yo invito a que todos planifiquemos este futuro salvaje, o si no, nos metamos a un proyecto colectivo para tratar de empujar en grupo alguna cosa.
No tengo duda que desde ahí también vienen algunos grupos o ideologías: eso entrega seguridades. Pero también lo hacían las religiones. Y también las mentiras. El problema de la mentira es que es más divertida que la verdad. Por eso llegó la postverdad. Estamos dando otra vez un salto en nuestro mundo y mucha gente cree que es así. Pero otra lo ignora como un camión que corre contra nosotros en la precarización del mundo.
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