- Ministra de Bienes Nacionales
Cuando uno habla de Chile son muchas las imágenes que cruzan nuestros pensamientos y emociones. Nuestra tierra, que desde un extremo a otro posee diferentes paisajes y colores, también es el territorio de quienes han construido su historia y de quienes la viven día a día con su trabajo, esfuerzo que va desde el pastor que camina por las tierras altiplánicas o la mujer que trabaja en los hermosos valles centrales, hasta el pescador del mar austral que busca el sustento diario para su familia y comunidad.
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Como ministra de Bienes Nacionales, he tenido que recorrer nuestro extenso territorio de Arica a Punta Arenas, tal como nos pidió encarecidamente desde su primer día de mandato la Presidenta de la República, labor en la que estamos comprometidos y en donde he visto como las y los habitantes trabajan con dignidad y se sienten esperanzados, al ver que sus logros, muchas veces, se materializan con una mejor calidad de vida para ellos y sus hijos.
Nuestra labor como ministerio es trabajar con el territorio de todos. Esa ha sido la tarea de Bienes Nacionales desde su creación en la década del treinta, cuando en el seno del entonces Ministerio de Propiedad Austral, se dio vida al Departamento de Bienes Nacionales y Colonización, el que tuvo a su cargo la distribución de tierras fiscales para cientos de hombres y mujeres que llegaron a nuestro país como colonos y trabajadores que forjaron como chilenos esta nación.
Me parece pertinente recordar que ha sido el Estado de Chile el responsable de reglamentar y ordenar los suelos fiscales luego de la Independencia en el siglo XIX, para más adelante asumir la administración de los bienes fiscales, la conservación del patrimonio y la explotación de los recursos naturales, proceso que tendrá un gran hito con la creación del actual Ministerio de Bienes Nacionales, el que hasta el día de hoy tiene a su cargo el 53 por ciento del territorio fiscal y que tiene como misión reconocer, administrar y gestionar el patrimonio fiscal de todos los chilenos y chilenas.
El Ministerio se ha fortalecido y ha perfeccionado su gestión con el fin de satisfacer la demanda ciudadana, y las necesidades de quienes más lo requieren. Hoy privilegia la concesión y el arriendo de inmuebles por sobre la venta de estos, política que nos permite como Estado mantener la propiedad fiscal, protegerla e incrementar sus ingresos.
Hemos avanzado en muchas áreas y todas son de vital importancia para el desarrollo de nuestro país, sin embargo sería imposible explicar en esta breve columna todas las aristas y entregar las cifras que hacen de este ministerio un eje relevante para la política fiscal del Estado,
Sí es necesario recordar en esta aniversario número 86, que gracias a esta institución y sus trabajadores, gran parte de la agenda productiva, tecnológica y social de nuestro país, cuenta con un aporte significativo de Bienes Nacionales por medio de la entrega de inmuebles y terrenos fiscales para la implementación y el desarrollo de sus proyectos.
Un ejemplo sin duda a rescatar, desde la óptica social del apoyo concreto de nuestra cartera a la comunidad que me gustaría nombrar es la regularización de títulos de dominio de 31 mil familias que se han convertido dueñas de “un pedacito de Chile”, y que hoy podrán gracias a esta gestión acceder a beneficios que otorga el Estado para la concreción de sus planes y mejorar de esta manera sus condiciones de vida.
En ese sentido hablar del aporte que hemos entregado, por ejemplo, a la diversificación de la matriz energética es imprescindible. Política que va en directa relación con la protección del medio ambiente y que se entiende hoy como parte de la agenda de sustentabilidad y energías limpias que ha impulsado el Gobierno de la Presidenta Bachelet y los países desarrollados del orbe.- Hoy, un 68% de los proyectos solares y un 23% eólicos se encuentran instalados en terrenos fiscales, los cuales aportan o aportarán a la generación de más de 6 mil MW.
No obstante, tenemos que mantener una mirada transversal y buscamos dar respuestas a diferentes sectores, como ha sido el caso del apoyo a nuestros pueblos originarios, lo que ha hecho que hayamos entregado solo en estos 3 años de gobierno 484 inmuebles a comunidades indígenas, con una superficie superior a 50 mil hectáreas.- Pero también, la transferencia gratuita al Serviu de 514 hectáreas de propiedad fiscal para propuestas habitacionales y equipamiento urbano en beneficio de 22 mil familias de nuestro país.
Nuestra vocación como ministerio también se orienta a la preservación del patrimonio natural, hecho que se graficó y dio la vuelta al mundo con la firma del Protocolo de Acuerdo y la suscripción del Acta de la Presidenta Michelle Bachelet y Kristine Tompkins en marzo de este año para crear la Red de Parques de la Patagonia, lo que hará que el Estado de Chile incorpore 949.368 nuevas hectáreas de terrenos fiscales a la protección en calidad de parques y, junto a los terrenos donados y terrenos fiscales ya protegidos se creará esta Red de 4,5 millones de hectáreas. Acontecimiento de alcance mundial y que abre un nuevo pulmón de áreas verdes y biodiversidad protegida para nuestro planeta.
Estamos orgullosos por este nuevo aniversario del Ministerio de Bienes Nacionales, y estamos convencidos que la labor de todos(as) sus trabajadores(as) como también de los organismos colaboradores, no hace otra cosa que, robustecernos como institución, y rejuvenecer nuestra relación con todos los habitantes que nacen y viven en este territorio, y por cierto de aquellos y aquellas que han venido desde otras latitudes a hacer de Chile su hogar, porque como surgió de la voz de uno de nuestros más queridos grupos musicales, Los Jaivas: “Somos hijos de la tierra y su palabra es nuestra historia”.
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