Opinión

El estudiante es lo central, no la gratuidad

  1. Gerente general de Fundación Portas

El 2006 había 668 mil estudiantes en la educación superior y este año hubo 1.162.306 jóvenes matriculados en los distintos centros de estudios como universidades, institutos profesionales o centros de formación técnica. Si hacemos un cálculo, podemos concluir que en un espacio de 11 años se duplicó el número de estudiantes en Chile. Por otro lado, hoy más de 257 mil jóvenes están estudiando con gratuidad, es decir, uno de cada cuatro estudiantes seguirá su formación sin pagar ni matrícula ni aranceles. Una alegría para todas esas familias de esfuerzo que alguna vez soñaron que sus hijos fueran el primer profesional de su familia.

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Pero, así como muchos estudiantes ingresan a la educación superior, muchos no logran terminar su carrera y abandonan el sueño de titularse. El 30% de los alumnos que ingresan a la educación superior deserta de su carrera durante el primer año. Y de ese total, el 83% fue justamente el primero en su familia en llegar a la educación superior. ¿Cuáles son las causas de deserción y cómo se puede apoyar a ese 83% para que no deje de lado el sueño de convertirse en el primer profesional de su familia?

Sin duda, muchas personas ya se deben haber hecho estas preguntas porque el desafío a nivel país es que Chile avance hacia una educación de calidad e inclusiva. El Centro de Microdatos del Departamento de Economía de la Universidad de Chile llevó a cabo una investigación y pudo ver que la principal causa detrás del abandono de los estudios es el bajo rendimiento académico, ya que los estudiantes, al estar desmotivados por las bajas calificaciones, optan por desertar. Otras causas que se mencionaron fueron la falta de preparación previa, la dificultad de algunos programas académicos puntuales y la complicada situación que viven muchos alumnos que deben estudiar y trabajar al mismo tiempo.

Creo que el mayor trabajo que se debe hacer hoy en la Educación Superior es encontrar la forma de apoyar a todos aquellos estudiantes para que no deserten y puedan titularse. Para eso se deben crear proyectos integrales, que incluyan programas de formación general y habilidades blandas, orientación académica y tutorías de nivelación para aquellos alumnos que vienen con carencias en ese nivel debido a la deficiente calidad que recibieron en el sistema escolar de origen.

El camino para que en Chile logremos tener una educación de calidad e inclusiva, es generando acciones para situar al alumno en el centro de la atención e interés de los centros de estudio. Sólo así podremos avanzar hacia una educación superior centrada en la persona humana y en el desarrollo integral de los estudiantes.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

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