Opinión

Chile verde

  1. Capellán UC. Twitter: @hugotagle

La foto de un grupo de avionetas que aterrizaron en medio del desierto florido es indignante. Tanto más indigna al saber de miles de personas que visitaron ese maravilloso paisaje, velando por cumplir las normas de cuidado y conservación, muy razonables para que ese paisaje pueda ser gozado por todos. Y llegan cinco inconscientes y prepotentes en avionetas, y aterrizan descaradamente, contraviniendo no sólo las normas exigidas, sino que pisoteando el celo y precauciones de miles de turistas responsables y cuidadosos del medio ambiente. Flor que es pisoteada, como lo hicieron ellos, es una flor que no dará semilla y por lo tanto no podrá crecer en una próxima primavera. Es de esperar que estos personajes sean castigados conforme a la ley y reparen el daño causado.

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Esta amarga anécdota nos recuerda cuán importante es tomar conciencia de nuestro patrimonio común, que no pasa por recargarnos de prohibiciones ni de tener carabineros en todas partes, sino que en buena medida el cuidado del medio ambiente pasa por una conciencia común y asumida de respeto a la naturaleza, patrimonio de todos.

Una feliz noticia es que somos el país con más áreas marinas protegidas. Pero de poco servirá esa pomposa declaración si no pasa por un cambio de conducta personal, de no seguir transformando nuestras playas y costas en verdaderos basurales. Y ese cambio de conducta y buenos hábitos empieza por el cuidado y la limpieza de nuestros barrios, plazas y parques. «La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería», advierte el papa Francisco en su encíclica “Laudato Si”. Y la larga y hermosa geografía chilena no está lejos de eso.

El papa Francisco visitará Chile en enero próximo. Uno de los puntos que caracterizarán su presencia será justamente la sustentabilidad; que toda la visita sea amigable con el entorno, utilizar materiales reciclables y amigables con el medio ambiente, dejar mejor los espacios en que se hagan los grandes eventos en Temuco, Iquique y Santiago. Si se logra, será una gran señal y desafío para próximos encuentros masivos.

El respeto por el medio ambiente es un signo elocuente de nuestra preocupación por el otro. El individualismo salvaje que nos consume, en todos los sectores, se revela en este punto. Mi preocupación por el otro, sobre todo los más pobres, pasa por una seria preocupación por la creación. «Necesitamos fortalecer la conciencia de que somos una sola familia humana», de que nos necesitamos unos a otros, de que no hay un mundo de repuesto. «El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral», nos dice Francisco. Manos a la obra. Que nuestra conciencia por un Chile más justo, verde y fraterno se note en este mes de la patria.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

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