- Director de Continuidad de Estudios y Técnico Profesional de Fundación Belén Educa
En este diciembre que cierra el año, varias elecciones tienen lugar. No sólo los chilenos elegimos Presidente, sino que muchos jóvenes, en especial los que egresaron recién de cuarto medio, se enfrentan a la elección de qué hacer con sus vidas luego de conocer sus resultados de la PSU.
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Lo primero es que la PSU no marca la diferencia entre la vida o la muerte. No sólo porque es posible darla nuevamente, sino que porque existen muchas opciones de estudios superiores que no guardan relación con una Prueba de Selección Universitaria. En particular, ninguna opción de estudios superiores Técnico Profesionales (como Duoc o Inacap) requiere dar PSU.
Quisiera marcar el sentido de la vocación en las elecciones de futuro de nuestros jóvenes. Deben tomar en cuenta sus gustos, sus motivaciones, sus sueños, qué carreras y opciones les permiten de mejor forma llevar a cabo un recorrido lleno de posibilidades en el proyecto de vida que cada uno tenga. Un buen futuro se construye con más herramientas, con más estudios, pero no necesariamente universitarios.
Ciertamente que hay carreras universitarias muy interesantes, desafiantes y muchas bien pagadas, pero no es el único camino. Carreras en el mundo técnico profesional permiten avanzar en procesos más cortos, que facilitan trabajar mientras se estudia o con salidas intermedias, como cuando se estudia una carrera corta de unos dos años en un centro de formación técnica (CFT), para luego trabajar y volver posteriormente a estudiar una carrera profesional en un instituto profesional (IP). Además, muchas de estas carreras tienen muy buenos ingresos, en algunos casos mejores que algunas carreras universitarias. Si no, que lo digan jóvenes que han egresado de carreras en las áreas de administración, tecnológicas, minería, automatización industrial, por nombrar sólo algunos ejemplos.
La clave es informarse bien. Información valiosa a tomar en cuenta se encuentra en la página www.mifuturo.cl. Resulta clave validar bien no sólo la carrera, sino que también la institución que la imparte. En estos momentos en que todas ellas buscan captar nuevos alumnos, hay que invertir tiempo en revisar su acreditación, recorrer sus instalaciones, mirar las mallas de asignaturas a cursar, conversar con alumnos y ex alumnos de la carrera.
Una buena elección de carrera técnica entrega excelentes opciones y una rápida inserción al mundo laboral, con una flexibilidad que no ofrecen carreras universitarias. Pero hay que mirar bien, porque el costo en tiempo y dinero de una mala decisión se paga posteriormente. La principal causa de deserción en primer año de educación superior está dada por no haber escogido bien la carrera, ya que es difícil sostener un ritmo con alto esfuerzo si uno no está a gusto en lo que hace.
Hay que buscar un buen camino para realizar nuestra vocación. Posibilidades hay muchas. Ahora hay que elegir bien.
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