Opinión

Cambridge Analytica: mundo ruso

  1. Comunicador multifacético, experto en marketing y redes sociales y emprendedor por naturaleza.

El domingo Vladimir Putin, por tercera vez y con el 76% del apoyo, ganó las elecciones presidenciales rusas. Desde hace 18 años es el presidente y para muchos, en esta era, probablemente el hombre más poderoso del mundo. Incluida en la percepción la revista Forbes.

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De ex espía de la KGB a ganar otra vez. Abogado, abuelo de 65 años. Meme sin polera para mucha gente, no hay duda que está directamente relacionado al alza de la “marca rusia”. Un ícono salvaje de un lugar que ha entendido que, muchas veces, en el tema sociopolítico el campo de batalla son las comunicaciones.

Iniciativas como Russia Today (un canal a escala global de varios idiomas con una fuerte impronta de perspectiva del país) o Sputnik (un sitio de noticias perfil Buzzfeed) son parte del entramado. ¿Periodismo o propaganda? ¿Dónde está el límite sobre la información?

Esa es la pregunta que cruza el debate de la semana sobre Cambridge Analytica y el potencial uso que el gobierno ruso habría tenido en la propagación de noticias falsas para poder inclinar la balanza en las elecciones.

CA es una empresa que usa la información de usuarios de Facebook para poder ofrecer estrategias sicosociales en elecciones o compras. A través de iniciativas que no decían lo que iban a hacer entregaban información a agencias para crear campañas. ¿Los perfiles afectados? 50 millones.

Lo que se le juzga a Facebook hoy es que no hizo nada para detenerlo, a pesar que el soplón, un ex trabajador de la agencia llamado Christopher Wyle, denuncia que lo sabían hace dos años.

La trama se pone interesante cuando en 2014 la empresa petrolera rusa Lukoil le pidió una presentación.

El CEO de Lukoil se llama Vagit Alekperov, que fue ministro soviético.

El entramado de CA hoy incluye una máquina donde había equipos de sicólogos, creativos, diseñadores, creadores de video, blogs, que empezaban a permear en las personas. Las burbujas de filtro de Facebook que generan que el contenido sea “directo a ese ser humano” a través de la inversión aumentaban la efectividad.

Ya en marzo el comité judicial del Senado estadounidense mandó a preguntar a Facebook por la propaganda pagada rusa que existe en sus plataformas dirigidas a ciudadanos norteamericanos.

Colin Stretch, consejero general de la empresa de Zuckerberg respondió: 1,8 millones de personas siguieron una página de Facebook asociada con el grupo IRA: Internet Research Agency. Esta organización es rusa.

En ese lugar, hay una granja de trolls, donde seres humanos se hacían pasar por estadounidenses descontentos con Obama. Una fábrica de emociones falsas.

El nuevo mundo ruso es alucinante, porque nos enseña que los relatos son lo que mueve este siglo y que potencialmente la interpretación de esto puede cambiar las cosas. Para mal, por supuesto. Las manipulaciones digitales, como ya hemos hablado en esta columna parecen ser pan de cada día. Ayer accidentes, hoy tendencias. De terror.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

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