- Periodista especializado en cine, programador de Sanfic y comentarista en Radio Cooperativa.
Tras el taquillero desembarco de la nueva «Avengers», en estos días diversos títulos de perfil más acotado o menos masivo intentan encontrar su audiencia; incluyendo los que se exhiben en sólo una sala, como «Marea humana», elogiado documental sobre la crisis de los refugiados dirigido por el artista chino Ai Weiwei, y el filme eslovaco-checo «La maestra», que se pueden ver exclusivamente en Hoyts La Reina y la Sala Cine UC, respectivamente.
PUBLICIDAD
Llama la atención por un lado «Yo soy Simón», en la que por primera un gran estudio de Hollywood realiza una comedia adolescente, romántica y de vocación comercial, protagonizada por un personaje gay. En su tercer largometraje, el realizador Greg Berlanti no evita lo naif o ingenuo, incluso rozando lo edulcorado, pero cuenta con un carismático elenco y sabe mantener el equilibrio desarrollando un relato fluido y dinámico. El resultado es encantador, funciona, entretiene y finalmente es un aporte en el abordaje de este tipo de temáticas a nivel más masivo.
También está el regreso de un reconocido cineasta, el alemán Wim Wenders, responsable de trabajos esenciales como «Paris Texas» y «Las alas del deseo». Si bien en las últimas dos décadas ha mantenido un excelente nivel en el documental -«Buenavista Social Club», «Pina» y «La sal de la tierra»-, fuera de ese género los resultados han sido irregulares, y a más de una década de su último estreno de ficción en Chile -la fallida y decepcionante «La búsqueda»- ahora se puede ver «Inmersión», suerte de drama romántico en el que lo mejor funciona es precisamente la historia de amor a la que en medio de bellas locaciones dan vida con muy buena química James McAvoy y Alicia Vikander. Lo demás, en especial en su segunda mitad, no convence tanto, porque se alarga, tiene un ritmo lánguido y se siente un poco pretencioso en su fatalismo casi metafísico.
Aplaudida como una de las directoras más personales e interesantes de Latinoamérica, el cine de la argentina Lucrecia Martel sólo se ha conocido por acá a través de los festivales, por lo mismo es una gran noticia que al fin se estrene comercialmente entre nosotros un filme suyo: «Zama», considerado por muchos críticos como uno de los mejores títulos del 2017. Basada en la novela del también transandino Antonio di Benedetto, para muchos será demasiado críptica o incluso pretenciosa y quizá no conecten con su ritmo y desarrollo argumental, pero fascinará a los más cinéfilos con los diversos detalles visuales y sonoros, su particular y a ratos anacrónico tono que por momentos roza lo surreal y onírico, y su sensibilidad tan contemporánea pese a transcurrir en el siglo XVII.
Y a través del programa Miradoc llega el documental «Último año», ópera prima de Viviana Corvalán y Francisco Espinoza centrada en cinco amigos y compañeros de octavo básico en una escuela para sordos, quienes acostumbrados al lenguaje de señas se enfrentan ahora a la incertidumbre de postular a un establecimiento donde continuar su enseñanza media. Un trabajo sencillo y emotivo, que en poco más de una hora consigue conmover con una realidad ignorada por gran parte de los chilenos.
Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro