Opinión

Los escarpados caminos de los migrantes

  1. Directora del Centro de Estudios Migratorios de la Universidad de Santiago

Dramáticos son los testimonios de cientos de miles de personas que, a pesar de los riesgos, se atreven a abandonar su país natal en busca de nuevos rumbos.

“El último viaje de la ‘bestia negra’” o “Se jubila el ‘tren de la muerte’” son los titulares con que, en 2016, la prensa mexicana se refería el término de la circulación del tren que conducía a miles de centroamericanos a través de México con la intención de llegar a EEUU.

El propósito de la suspensión de ese trayecto por parte del gobierno mexicano fue terminar con la trata de personas a través de esa vía. Sin embargo, lo señalan como el tren de la muerte, pues muchos murieron en el intento de abordar un vagón o perdieron parte de sus extremidades.

Las mismas fuentes expresan: “El tren de la muerte ya no volverá a matar”, pero el camino está lleno de obstáculos para los centroamericanos que escapan de una vida sin futuro. Entre tanto, se intenta prever cuáles pueden ser las nuevas rutas para los desesperados.

No sólo en América Latina ocurren tales travesías: en el Mediterráneo se viven diariamente escenas de horror en los desesperados intentos de africanos, provenientes del interior del continente, en busca de una ruta marítima para llegar a costas europeas. Son los traficantes de personas quienes, en frágiles embarcaciones, conducen a cientos de personas ilusionadas con hacer realidad una fantasía, siempre con la convicción de que nada será peor que las condiciones de vida en sus países de origen.

En los primeros meses de 2018, según la OIM, 517 personas fallecieron o desaparecieron en su intento de cruzar el mar Mediterráneo y llegar hasta las costas europeas en busca de una vida mejor.

Los escarpados caminos que eligen los migrantes no sólo los podemos lamentar a la distancia. En Chile, la medida tomada por el actual gobierno de limitar los ingresos en calidad de turistas a personas provenientes de algunos países extrafronterizos, principalmente Haití y República Dominicana, nos lleva a observar cómo tanto los migrantes como quienes se involucran en el lucrativo tráfico de personas han buscado nuevas rutas y nuevas formas de internar al país a extranjeros de manera irregular.

Es la ruta marítima, principalmente, a través de barcos pesqueros de diverso calado, en los que se intenta ingresar ilegalmente a migrantes que desean llegar de cualquier manera a las costas chilenas. Trayectorias que van desde Arica hasta Coquimbo.

Es la odisea de los desesperados: conseguir, de cualquier forma, llegar al destino anhelado.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

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