- Periodista especializado en cine, programador de Sanfic y comentarista en Radio Cooperativa.
En 2012, en el festival Sanfic programamos «El último Elvis», producción argentina que nos presentó a un joven y prometedor cineasta, Armando Bo, quien venía de colaborar junto a su primo Nicolás Giacobone y Alejandro González Iñárritu como guionistas de la película «Biutiful», dirigida por el reconocido cineasta mexicano. Y poco después de eso, en 2015, el mismo equipo recibió el Oscar al mejor guión original por «Birdman», una de las cuatro estatuillas que recibió esa elogiada comedia ambientada en Broadway.
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Con tales pergaminos, era natural tener muchas expectativas frente al segundo largometraje de Bo como cineasta, «Animal», especialmente considerando que está protagonizada por el popular Guillermo Francella y que desde su estreno en mayo se ha convertido en la película transandina más vista del 2018 al otro lado de la cordillera. Pero el resultado, al menos para mí, merece estar entre las grandes decepciones fílmicas del año. Y eso que no se puede negar que la premisa inicial es muy interesante y atractiva: luego de que la vida casi perfecta del protagonista da un vuelco a los pocos minutos de iniciado el filme, el espectador será testigo de sus tribulaciones cuando se convierte en uno más de las decenas, cientos de personas que deben dializarse durante años mientras permanece en lista de espera para que alguna donación les permita ser operados. Hasta que su paciencia tenga un límite y se decida a tomar opciones más extremas…
«Animal» vuelve a confirmarnos el talento de Francella en su faceta actoral más dramática, y la ambientación en una Mar del Plata invernal y oscura está muy bien conseguida gracias a la fotografía de Javier Julia («Relatos salvajes»). Pero más allá de eso, sorprende que Bo y Giacobone escribieran un guión de tan poca sutileza, con personajes mal delineados y situaciones que rozan el absurdo. La crítica social es burda y no escatima en clichés, el ritmo es irregular y el interés decae mientras el argumento y la puesta en escena van perdiendo paulatinamente fuerza y credibilidad.
«El Patio»
Nacida en Francia cuando su padre, un refugiado político chileno, vivía ahí durante la dictadura, la realizadora Elvira Díaz filmó hace pocos años el documental Víctor Jara Nº 2547, que le permitió acercarse al Cementerio General y a quienes trabajan y han trabajado en él, en particular en torno al tristemente célebre Patio 29. Este nuevo largometraje, que se exhibirá a lo largo del país como estreno del mes del programa Miradoc, se centra precisamente en estos sepultureros y sus historias, a través de la cotidianidad, sus anécdotas y recuerdos que incluyen incógnitas que, por desgracia, probablemente nunca tendrán respuesta. Este lado humano que permite un acercamiento distinto a tiempos oscuros y dolorosos, funciona bien como reflejo del ritmo y el paso del tiempo en el camposanto. El resultado es un poco plano y no saca todo el partido que hubiera podido a lo que cuenta y sus personajes, pero de todos modos conmueve y hace reflexionar en momentos, como cuando se ve el cuidado y dedicación con los que se hace un traslado ante los ojos de los familiares.
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