- Obispo anglicano y ex capellán protestante de La Moneda
Estábamos en la Plaza de Armas durante la semana MOU (Movimiento Operación Urbana) donde decenas de jóvenes vestidos de polerones amarillos ofrecían “UN ABRAZO GRATIS”. Esta escena, que al comienzo intrigaba, de pronto fue produciendo en uno emoción y compasión, al observar cómo persona tras persona de toda edad, estrato social, nacionalidad, tatuada, transgénero, anillada de nariz o lengua, color de piel, con trenzas o barbuda, perfumada o maloliente, se acercaba a los jóvenes que esperaban con los brazos extendidos, para solamente recibir un largo abrazo apretado de ánimo y cariño, encarnando el abrazo de Jesús resucitado.
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Los abrazadores les decían palabras de estímulo y amor. A veces, con el consentimiento de los abrazados, oraban con ellos. Sorprendía lo falto de amor que está la gente, necesitada de un abrazo físico y humano, como para responder a tal inusual y arriesgada oferta. Pero no nos sorprendamos… somos creados con un tanque emocional que sólo puede ser llenado de amor incondicional, tanque que debería ser satisfecho desde los más tempranos años por nuestros padres.
¡Es lo que nunca recibieron los 1.313 menores fallecidos, bajo la custodia del Sename (Servicio Nacional de Menores) durante los últimos 11 años, ni los miles golpeados, abusados, rechazados, vilificados verbalmente, que pasaron por el cuidado del Estado! La fiscalía nos revela que fue a causa de riñas, sobredosis, de enfermedades mal cuidadas, violencia… pero en cada caso, sin duda, sobre todo, por falta de amor. Estudios resultantes revelan que si un bebé no recibe amor alguno en sus más tiernos años, puede desarrollar, con mucha facilidad, una personalidad que es insensible ante la recepción o la provocación de la violencia. Le da lo mismo…
Con la firma del Presidente Piñera que crea un nuevo servicio de Protección a la Niñez se cerraría definitivamente el Sename. Atención nacional cayó sobre la institución que tiene a su cargo 15.000 niños chilenos, desde la trágica muerte por paro cardiorespiratorio en 2016 de Lissette Villa. Mientras que se agradece que las autoridades se estén responsabilizando con realismo, cariño y determinación, por fin, de este escenario inaceptable para una nación que pretende ser desarrollada (y que merecidamente se ha ganado la descalificación internacional por abuso de los Derechos del Niño), lo que realmente se requiere provendría mayormente de todos nosotros: el abrazo de amor a estos chicos abandonados. ¡Y en esto no es necesario ni ponerse polerón amarillo ni hacer nada excepcional, sino estar dispuestos a apoyar!
Sí, ha habido unos pocos que han trabajado, avisado, constantemente advertido que las cosas no iban bien, y otros que han hecho lo posible para salvar a los niños. Nos referimos a familias de acogida en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y del Biobío. El plan consiste en ofrecer la oportunidad de un hogar transitorio para niños y niñas entre 0 y 6 años, con el objetivo de brindar protección, afecto y atención especializada para reparar el daño. El niño o niña continúa viviendo dentro de una familia y desarrolla un mayor sentido de pertenencia, satisfaciendo sus necesidades básicas y el derecho a vivir, descansar y jugar, en un ambiente sano y feliz.
¿Por qué no buscar ser parte de la respuesta ofreciendo un abrazo a largo plazo a estos niños nuestros a través de los nuevos planes de familias de acogida? Más información en www.sename.cl o en fonos.
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