- Comunicador multifacético, experto en marketing y redes sociales y emprendedor por naturaleza.
Me compré un Google Home Hub. En todos los sitios, los “asistentes” tecnológicos son un “must have” de las navidades. El caso del Google Home Hub es muy entretenido, porque integra pantalla, a diferencia de los Google Home mini y max y es el que compite directamente con Alexa (de Amazon) y Portal, de Facebook. Este último tiene cámara y más de alguna crítica por la privacidad ha recibido por eso. De ahí a que mi opción fue ésta. De alguna manera, es una “radioreloj” en esteroides. ¿El precio? Cercano a los 100 mil pesos y bajando en este Black Friday (149 dólares en mercado americano)
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El Google Home Hub, por el momento, sólo funciona en inglés. Es lo único malo. Se complementa perfectamente con el ecosistema Android, que tiene el asistente disponible y si te compras las ampolletas Phillips Hue, configuradas, puedes lograr cosas increíbles como construir “rutinas” en torno a las alarmas que armas en el celular. Es el maravilloso “Google Home” en síntesis, o la “casa inteligente”. Ya tenía los parlantes, que funcionan en español y permiten desde preguntar cosas (atención a probar si Darth Vader es el padre de Luke) hasta pedir música conectados con Spotify.
Al final, el punto es que el Google Home Hub se comporta como un amigo, cuando le dices “good morning”. Desde ahí, además de saludarte te cuenta la temperatura del día (hora a hora), cuánto queda para llegar a tu trabajo (en un sistema calculado en torno a tus movimientos, gracias a Maps), tu agenda (con todos los hitos, hora a hora) y al final pone tu radio favorita, o en su defecto, alguna de las emisiones que puedes configurar tipo “podcast” del asistente.
En mi caso, parto con las noticias de El País, la Deutshe Welle y CNN.com. Un resumen del estado del mundo. Y mientras me sirvo café, a veces, cambio a través de mi celular lo que suena, con música o podcast. Lo notable es que al conectarse con YouTube puedes ver canales que transmitan en vivo contenido, como una suerte de “mini televisor”, del tamaño de una tablet pequeña. Cuando le dices “good night” también adquiere una rutina que apaga las alarmas de tus sistemas. Y se adapta la pantalla a la luz de noche para no generar problemas.
Tener un altavoz inteligente con pantalla era el salto que le faltaban a estas tecnologías hogareñas. Llega a ser tan del futuro, que si tienes una cámara inteligente (yo adquirí la Nest, que está en el retail chileno) puedes pedirle que te muestre qué emite desde cualquier lado.
Si quieres pedirle que te recomiende restoranes, te muestra los más cercanos, si quieres saber el significado de una palabra, también, y si quieres recetas de cocina, es una bestia. Te entrega el paso a paso de la manera más cool del mercado y eso es lo que están tratando de vender en las pantallas.
Si es por el volumen que generan los parlantes también funciona bien. Por eso tambien corre bien para ver videos de YouTube.
No queda duda: es un buen regalo. De esos que hacen parecer que la película “Her” está cada vez más cerca.
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