- Gerente general de Fundación Portas
Diciembre es un mes de balances, resúmenes, pero principalmente de aprendizajes. El año pasado fue de grandes cambios políticos, sociales, económicos y culturales en nuestro país, pero al mismo tiempo, dejó desafíos de los cuales debemos hacernos cargo. 2019 nos abre un abanico de oportunidades para mejorar y escribir una mejor historia para quienes vivimos en el país.
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La migración, sin duda, ha protagonizado la agenda pública y ha sido el centro de discusión en los últimos meses. Según proyecciones del INE, para el 2019 habrá 12,05 extranjeros por cada mil habitantes, muy por encima de lo que sucedía en 2005. Esta es una cifra que asusta a cierto sector de la población, pero que debería desafiarnos a mirar al migrante como un aliado, un amigo, y no como una amenaza. De ahí la necesidad de, además de generar una sólida política migratoria, y tal como plantea el Servicio Jesuita a migrantes, exijamos una política social que se haga cargo de la integración. Somos los chilenos los que nos favorecemos con toda la riqueza cultural que nos entregan nuestros hermanos extranjeros, no al revés.
En esa misma línea de un Chile diverso, debemos avanzar en el reconocimiento y respeto hacia nuestros pueblos originarios, con los que tenemos una deuda histórica, marcada por la lucha armada y donde 2018, lamentablemente, terminó con la muerte de Camilo Catrillanca.
Otro desafío a considerar es el reconocimiento de la diversidad sexual y el respeto a sus derechos como seres humanos. Afortunadamente Chile no es el mismo de hace unos años y las encuestas revelan que existe más tolerancia hacia las minorías sexuales. No deben existir ciudadanos de primera y segunda categoría
Debemos, al mismo tiempo, seguir avanzando en una agenda de género para lograr una real igualdad entre hombres y mujeres, terminar con los estereotipos y erradicar la violencia de género, que en lo que va del año lleva dos mujeres asesinadas en el país. Es tarea nuestra sentar las bases de un país donde las mujeres no se sientan discriminadas ni violentadas. La visibilización del movimiento feminista del año 2018 marcó un hito y puso en el tapete una problemática que debe ser resuelta y espero que la misma fuerza sea replicada este 2019 para terminar con los abusos.
Para el 2019, también, necesitamos mayor probidad de nuestras autoridades y un funcionamiento apropiado y recto de las instituciones. Las personas necesitan de confianza, por lo mismo, todas las instituciones, incluidas las que somos parte de la sociedad civil, debemos obrar bien y rendir cuentas, para fomentar la transparencia y la seguridad en quienes representamos.
Finalmente, como gerente general de Fundación Portas, espero que más jóvenes puedan cumplir el sueño de ser profesionales y que la educación siga abriendo puertas que permitan superar la pobreza, fomenten la inclusión y permitan la igualdad de oportunidades.
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