* Gerente general de Fundación Portas
PUBLICIDAD
Hace unas semanas, el Ministerio de Desarrollo Social y Familia compartió los resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen) 2017 y entregó datos reveladores respecto a la población entre 15 y 29 años: uno de cada ocho jóvenes del país es parte del grupo de los denominados «ninis”, es decir, no estudia ni trabaja. A pesar de que la cifra ha disminuido en casi un 3% respecto a 2006, no representa una diferencia significativa. Es más, nos desafía a pensar en cómo estamos construyendo el Chile del futuro y cómo preparamos a las y los jóvenes para un mundo que, lamentablemente, es más competitivo.
Un dato importantísimo que arrojó la información de la Casen es que las mujeres son las que representan mayor proporción dentro de los jóvenes “ninis”, puesto que entre las principales razones esgrimidas para no trabajar ni estudiar encontramos el no tener respaldo para el cuidado de los hijos y también asumir las labores del hogar. Estos son roles que históricamente se han asociado principalmente a las mujeres, quienes en la mayoría de los casos postergan sus vidas en pos de otros.
Cuando se compartieron estos resultados, el ministro Sebastián Sichel, expresó su máxima preocupación por la situación de los jóvenes, “porque están fuera del mercado van a ser pobres en el futuro y van a generar situaciones de pobreza más adelante”. Y, efectivamente, tiene razón, porque en el mundo que vivimos, la vida está supeditada al desarrollo profesional, económico y social, donde no existe la posibilidad de un proyecto de vida que sea distinto. Porque el problema, a mi juicio, no tiene que ver con dedicarse a las labores domésticas. No tiene nada que ver, porque el trabajo doméstico es tan o más importante que el trabajo fuera de la casa y por supuesto que debiera ser renumerado. El problema principal, a mi juicio, tiene que ver con que hay un problema en las oportunidades que tienen los jóvenes para elegir un proyecto y estilo de vida. Me preocupa que todos los jóvenes que son denominados “ninis” lo sean por situaciones externas a ellos o estén influenciados por el contexto socioeconómico donde les tocó nacer o simplemente porque no se les visibilizaron otras opciones de vida.
¿Cómo nos hacemos cargo de este problema? Mostrando a las y los jóvenes estas opciones, facilitándoles oportunidades de estudio, capacitación y formación para que puedan enfrentar de mejor manera el mundo laboral, si así lo desean, y mejorando las políticas públicas que faciliten la inserción de todas y todos. En Chile hablamos mucho del desarrollo y nos comparamos con países de la Ocde cuando nos conviene… pero aún tenemos que desarrollarnos en lo social, en la distribución de la riqueza, la superación de la pobreza y en la generación de las mismas oportunidades para todas y todos.
Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro