* Periodista especializado en cine, programador de Sanfic y comentarista en Radio Cooperativa.
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Definitivamente, entre tantos cambios en la rutina cotidiana en estos enrarecidos días a lo largo de casi un mes del estallido social, las actividades de espectáculos son de las que más han visto alteradas sus esquemas habituales. Entre ellas el cine, porque si bien hay salas que han retomado de a poco sus funciones, hay otras que no pueden reabrir sus puertas, y la gran mayoría de los estrenos debió cancelarse o postergarse, desde blockbusters como «Terminator: Destino oculto» hasta publicitadas novedades del cine chileno como «Pacto de fuga» y «Mujeres arriba».
Durante estas semanas igual algunos títulos han logrado estrenarse, pero de manera muy limitada en cuanto a salas y horarios, entre ellos «Midsommar», el esperado nuevo trabajo del director de «El legado del diablo», Ari Aster, que vuelve a mostrarlo como un gran talento en términos visuales (especialmente en el uso de los colores y cómo genera inquietantes atmósferas), pero con una capacidad narrativa que no convence a todos por igual. Y hay otras novedades para los próximos días: entre este jueves y el domingo en Cinemark Alto Las Condes y El Biógrafo se desarrollará el Primer Ciclo de Cine Italiano, con siete recientes producciones; y en algunas salas alternativas de ciudades como Santiago y Valparaíso se podrá ver una de las películas del año pasado más comentadas por los cinéfilos: «High Life», muy particular incursión en la ciencia ficción de la prestigiosa cineasta francesa Claire Denis, con Robert Pattinson y Juliette Binoche.
Son momentos difíciles para ir al cine y probablemente no mucha gente esté con el ánimo para darse una vuelta por las salas, pero igual desde este jueves llegan a la cartelera comercial dos nuevas películas, una que ha tenido buena recepción de público y crítica y la otra que ha dividido las opiniones. La primera es «Estafadoras de Wall Street», tercer largometraje dirigido por la realizadora, guionista y actriz Lorene Scafaria. Inspirada en hechos reales, esta historia con fuerte sello femenino mezcla con habilidad y buen ritmo el drama, la investigación policial, el retrato social y oportunos toques de comedia. Tiene un tono fresco, desinhibido y espontáneo, y destaca por sus actuaciones; quizá los críticos han exagerado diciendo que Jennifer Lopez merece una nominación al Oscar, pero su presencia es innegablemente magnética y sabe sacarle partido a las distintas facetas de su personaje. No sería raro que de verdad sea una de las candidatas a la estatuilla.
La otra película es «El pasado que nos une», otro remake hollywoodense de una cinta de la realizadora danesa Susanne Bier (ya hace una década se adaptó su filme «Brothers»), en este caso «Después de la boda», de 2006, nominada al Oscar. Este drama sentimental tiene un buen inicio, con sus contrastes sociales, aunque no es demasiado sutil y por el camino corre el riesgo de parecer una telenovela; si de todos modos puede redimirse es por las actuaciones de su elenco, que encabezan Michelle Williams y la siempre sólida Julianne Moore, quien además es la esposa del director, Bart Freundlich.
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