El 1 de julio pasado, el sociólogo Alberto Mayol sorprendió con estas palabras emitidas en CNN Chile: “Bachelet es doctora, fue torturada —es lo que dice el imaginario colectivo, no es efectivo pero así lo cree el imaginario colectivo— estuvo detenida, su padre fue asesinado y detenido. Es el dolor. El pueblo dice respecto a sí mismo, ‘nosotros somos el dolor de cada día’. Ella representa nuestro dolor, pero además es doctora, ella sana del dolor. Pero además tiene una etapa superior, donde ella llega y ‘desde el amor’ perdona y puede mandar ‘vengarse’ de quienes le hicieron todo eso ‘mandándolos’, siendo ministra de Defensa de las Fuerzas Armadas, y poniéndose arriba de un tanque, que es la escena fundamental y fundacional de Michelle Bachelet”.
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Este lunes, la Corporación Parque por la Paz respondió a las aseveraciones de Alberto Mayol a través de un comunicado:
“Por Villa Grimaldi pasaron más de cuatro mil chilenos y chilenas que fueron víctimas de crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura de Augusto Pinochet; algunas personas fueron llevadas ahí junto a sus hijos e hijas menores de edad, y mantenidos por días, semanas e incluso meses en condiciones infrahumanas donde la tortura en sus diversas formas, el asesinato y la desaparición, eran prácticas comunes e institucionalizadas. Fue así como de Villa Grimaldi desaparecieron 236 personas, incluyendo mujeres embarazadas”.
El texto agrega que ”tras todas las investigaciones que se han realizado sobre su operatividad, estructura y jerarquía; y la permanente observación de testimonios de los sobrevivientes (ex prisioneras y prisioneros) tenemos la certeza que no hubo en Villa Grimaldi detenidos que no fueran torturados; principalmente porque aquel lugar estaba definido como centro secreto de secuestro, tortura y exterminio”.
Por último el texto finaliza precisando que respeta a la opinión de Mayol “como la de cualquier analista político que compare, considere o razone cualquier fenómeno o figura política. Sin embargo, desde nuestra condición de sitio de memoria, a cuarenta años del Golpe de Estado, no nos queda más que reiterar la importancia de la rigurosidad de la Memoria Histórica para impedir la relativización de las violaciones a los Derechos Humanos ocurridas en Chile y su negación, como se hizo por mucho tiempo cuando no sólo se ocultó, reiteradamente, el carácter y la existencia de centros clandestinos de tortura y exterminio como Villa Grimaldi, José Domingo Cañas, La Venda Sexy, Londres 38 y Nido 20, entre otros; incluso se hizo la propia negación de la existencia de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos en nuestro país”.