Cuesta hacer coincidir la imagen de una mujer poniéndose los dedos en la boca para hacer un chiflido y llamar la atención de alguien, con la de aquella que se hizo famosa al decir que su sueldo en la Junji era bastante “reguleque” y que además puso la imagen de una Virgen en la entrada de la entidad gubernamental.
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“Es que la gente no me conoce mucho y tienen hartos prejuicios. Es impactante cuando muchas veces termino una entrevista y me dicen que les impresiona haber conocido otro lado mío”, dice amable Ximena Ossandón. Lejos de esconderse por lo que ella califica “un grave error cometido” se encuentra en la primera línea política, como candidata a diputada en un distrito –por decir lo menos– complicado, donde compite nada menos que con la ex líder universitaria Camila Vallejo.
Sumado a esto, está siendo acompañada por un hermano (Manuel José Ossandón) cada vez más mediático, el cual ya ha sonado como posible candidato presidencial para el 2018, y sobre quien ella no duda en asegurar que será “un gran Presidente”.
Poco se supo de ella desde diciembre de 2010, cuando a través de Twitter le dijo a un periodista que el sueldo de la Junji era bastante “reguleque”, lo que le valió las críticas de cientos de personas y varias notas en la prensa en las que se revelaba que ella recibía una cifra superior a los 3 millones de pesos, lo que fue considerado una burla para aquellas personas que sólo ganaban el mínimo.
A su favor aclaró en su momento que, en la conversación, ella se refería a los sueldos que recibían los trabajadores de la Junji, pero igualmente no duda un segundo en decir “me equivoqué”.}
¿Cómo te afectó este tema en lo familiar y en lo personal?
Fue un minuto muy duro y muy difícil de afrontar, sobre todo porque era algo que me afectaba más allá de lo personal, sino también a la familia. Tomó mucho tiempo superarlo. Fue un error, y lo más importante es asumir los errores, porque no eres sola en el mundo, tienes un entorno familiar que se ve afectado por estas acciones.
¿Cuál fue la reacción de tu familia?
En un minuto recibí un apoyo muy real y certero de mi familia, pero no incondicional. No fue decir “qué bien lo hiciste”, sino decir la verdad. Entonces había que decir que hubo un error.
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Pero te dijeron “mamá, ¿cómo la embarraste de esa forma?”…
En el grupo más cercano, que son mis niños, no criticaron mucho, no hubo una crítica, pero sí de parte de mi marido y de mis hermanos. Constructiva, de no volver a repetir esto. Pero sí, hubo una crítica.
“Tengo que ser bien certera. En mi caso efectivamente fui sacada de contexto, pero hubo un error de mi parte. Reconozco mi culpabilidad y el haber cometido un grave error”.
Sigues en Twitter y estás en política. ¿Cómo volviste al lugar donde se te trató mal?
Tengo Twitter y volví después de un tiempo de recapacitar. Llegué a la conclusión de que no fue tan grave para todo el revuelo que le dieron, que fue impresionante. La vida hay que retomarla, y creo que hay dos posibilidades: o sentarte a lamentarte toda tu vida, o sencillamente reinventarte y volver cuando no has hecho nada tan grave como lo que se quiso presentar. Volví porque justamente no tenía nada que ocultar, nada que esconder.
¿Y cómo lo tomas hoy?
Con bastante más soltura de lo que lo tomaba antes, y generalmente son personas que han ido utilizando el término. Creo que es parte de las cosas que uno tiene que asumir.
¿No pensaste en usarlo con humor en tu campaña?
En ese minuto, cuando ocurrió, traté de patentar el término, pero ya había siete personas antes que yo. De hecho hay campañas publicitarias del sueldo reguleque, y se ha utilizado bastante. Usarlo en campaña, no, porque tiene una connotación irónica que se podría transformar en algo positivo, pero hubo harto dolor detrás, y para mí, por mucho que me lo presentes como algo positivo, me recuerda y evoca un minuto duro en mi vida.
En terreno y con los peces gordos
¿Por qué candidata a diputada por La Florida?
Siempre me ha gustado el servicio público, y las cosas se fueron dando de tal forma que se me ofreció esto, y tengo harto que dar aún. Creo que soy de las pocas personas políticas que están dispuestas a dar la cara por los valores. Si me invitan a programas, es porque tengo la valentía y el coraje para enfrentar temas complicados, que están muy candentes hoy, y saben que iré personalmente a hacerme cargo de lo que pienso.
“Nunca he sido un político que oculte lo que piensa, al contrario, quiero que sepan bien cuál es mi postura. Y sobre los prejuicios, es impactante que muchas veces, cuando termino una entrevista, me digan ‘qué impresionante haber descubierto otro lado tuyo’, porque hay tanto prejuicio atrás que de repente tienen la imagen de una Ximena Ossandón que no existe”.
¿Y en terreno, en La Florida, te pasa lo mismo?
He tenido muy buena recepción. Creo que la gente está muy sumergida en sus problemas, y saben que nosotros vamos a trabajar y a hacer una labor a favor de ellos.
¿Cuándo comienza este interés por el tema social?
Es algo que está en el ADN de la familia, pero el hecho de vivir en el campo te hace tener mucho contacto y en forma muy intensa con gente de menos recursos. Entonces, decir cuándo comienza es imposible, pero no recuerdo ningún minuto en la vida que no haya sido un hilo conductor. Desde el colegio el trabajo social nunca ha dejado de estar presente. A la larga uno es el resultado de lo que ve en la familia, y tengo mil anécdotas con mis papás y mis abuelos; siempre fue tema de conversación y acción la labor social.
“Mis hijos saben lo que a mí me gusta, y existe mucho, mucho respeto. Ellos comparten la misma vocación. Por ejemplo, cuando llueve no es sólo un día de lluvia, sino de preocuparse por las personas que se están mojando. Sin haberlo querido te das cuenta fui sembrando, y hoy existe una conciencia social muy bonita en la familia. No es ninguna obligación, pero hay ciertas normas en la casa que se establecieron, y mis hijos saben que en todo lo que tenga que ver con la labor social, van a tener siempre nuestro apoyo”.
¿Cómo ves la carrera política de tu hermano y su postura un poco “díscola”?
Creo que las declaraciones de Manuel José tienen un gran fundamento, y no son para que el periodismo se entretenga, sino que tienen mucho sentido y profundidad. Tal vez a veces lo han calificado injustamente como una persona que está traicionando a su mismo partido, incapaces de ver que detrás de sus mensajes y sus cuestionamientos hay una experiencia de más de 20 años de alcalde de terreno.
¿Será el candidato de la Alianza para las elecciones presidenciales del 2018?
Creo que tiene hartas posibilidades de serlo, porque tiene la experiencia de la calle, y a eso le sumarás la experiencia del Senado. Será una persona que va a estar muy preparada para asumir la Presidencia del país. Sobre todo que cuenta con un grado de confianza de la gente, que lamentablemente no lo tienen los otros políticos.
¿Y qué opinión tienes de Camila Vallejo?
Me parece una mujer respetable por la capacidad que tuvo, junto al movimiento estudiantil, de poner en el tapete un tema tan relevante como las dificultades en la educación. Pero somos claramente opuestas en política. Sin embargo, creo que desde nuestras veredas, ambas queremos llegar a un país más justo y que acoja a todos.