11 de septiembre: La historia del Boina Negra gay que se pasó al MIR y fue escolta de Allende

Mario Melo tenía 23 años en 1970. En marzo de ese año fue dado de baja junto a otros efectivos que dejaron el Ejército acusados de colaborar entrenando  las brigadas militares del MIR y el Partido Socialista. Melo era Teniente y en 1966 había sido  elegido para   integrar la primera generación de Boinas Negras formados en la Escuela de Paracaidistas de Peldehue, el cuerpo de élite del Ejército chileno. 

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Según cuenta a Publimetro Guillermo Rodríguez ex combatiente del MIR “Melo había estado durante la campaña presidencial acompañando a Allende”, afirma. Cuando el Presidente ganó las elecciones, el 4 de septiembre de ese año, hubo que   organizar el aparato de seguridad que protegería al mandatario,  y que pasó a la historia como GAP (Guardia Armada Presidencial, o Grupo de Amigos Personales)

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“Conocí a Mario Melo el día en que me incorporé, junto a cerca de 40 militantes del MIR, al aparato técnico militar de protección al Presidente Allende. Fue un elemento distinguido dentro del grupo “Escolta” y a él le correspondió junto con Sergio Pérez [dirigente del MIR] organizar las otras instancias del dispositivo de defensa, vale decir, el pequeño grupo de “Comunicaciones”, el equipo llamado “Guarnición”,a cargo de la seguridad en las casas que todo el sistema usaba, y el de la ¨Tropa¨ al que yo me incorporé cuya misión era de apoyo a todas las anteriores, pero principalmente como grupo de reacción”, dice Rodriguez, autor de al menos tres libros donde cuenta sus experiencias entre ellas cuando  fue envenenado junto a otros presos en la Cárcel Pública con toxina butulimica en 1981.

El instructor

 Ya en 1970 instalado como un efectivo importante del Gap, aparecen datos sobre la homosexualidad de Mario Melo Pradenas. Según declaró el empresario Max Marambio,también del Gap, en el proceso por el asesinato del ex comando  el Ejército había anotado en el expediente de Melo un incidente  “en el que se habían investigado conductas de Mario y ahí se refería que había vulnerado normas de convivencia entre oficiales y subordinados. Esto consistió en que en la pieza que Mario dormía, también alojó un Suboficial, hecho ocurrido después de una fiesta, (…) yo concluí que Mario había sido víctima de las normas que tienen los militares sobre separación entre oficiales y suboficiales, sin darle ninguna otra connotación hasta que las personas del MIR me dijeron que era homosexual” dijo Marambio en agosto de 2003 en el proceso que llevó adelante el actual Presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz.

 Guillermo Rodriguez cuenta que “Melo jugaba un rol determinante en la organización de las fuerzas, disciplina y vida cotidiana” , De hecho Melo recibió a parte del contingente que formaría “La Tropa del Gap

“Los hicieron subir a una camioneta que llegó hasta Tomás Moro, la residencia del Presidente Allende. En la casa los formaron y a continuación el ex teniente de Fuerzas Especiales Mario Melo Pradenas se presentó y les informó que integraban el sistema de seguridad de la Presidencia.(…) el grupo era una unidad militar y como tal se regía por la disciplina militar. En seguida les entregaron dos ternos, camisas blancas, corbatas y zapatos, pantalones negros, botas chalecos, cinturón militar, zapatillas kimono, una pistola Browning con su funda, dos cargadores, un corvo y un fusil Garand con cargadores” cuenta el historiador Cristián Pérez en su libro “Vidas Revolucionarias” editado en 2013

 Robo de armas

Además del entrenamiento en el que Melo contó con la colaboración de oficiales cubanos, el ex Boina Negra estuvo en un momento crucial para el MIR, cuando el movimiento luego de tensiones internas que se volvieron insuperables, se retira del Gap dejándolo completamente a cargo del Partido Socialista.

Mario Melo comanda un grupo que sin hacer ruido se roba las armas que estaban a disposición del Gap y que al irse debían entregar, pero hacerlo significaba que el MIR se quedaba sin poder de fuego. Así lo cuenta Guillermo Rodriguez en su libro “De la Brigada Secundaria al Cordón Cerrillos”:

 “No recuerdo el día exacto, Mario Melo llegó al atardecer con cara de funeral a la Parroquia [una casa de seguridad] ordenando la evacuación de todas las casas del MIR en el GAP. Todo tenía que ser rápido y sin llamar la atención. Luego separó un grupo de cinco compañeros, nos ordenó montar una camioneta y partimos sin saber a dónde íbamos. El destino era Tomás Moro, la casa del Presidente. Allende no estaba, ni la escolta. Melo entró a la casa, abrió la puerta del subterráneo donde estaba el arsenal del Gap. Comenzamos a sacar el máximo de armas: fusiles AK, FAL y Garand, subametralladoras, ametralladoras punto treinta, cañones sin retroceso, cajas con  municiones, pistolas. No había nadie para detenernos. Salimos con los vehículos en silencio, hacia una casa desconocida para nosotros en una parcela en La Reina”.

 Tratamiento sicológico

Pero su posición importante como efectivo militar, ahora completamente del MIR, no le ahorraría problemas a Mario Melo, al contrario. Especialmente por la información estratégica que manejaba. Según declara judicialmente Max Marambio, Melo ya a fines de 1971 “pasó a entrenar militantes del MIR para lo cual viajó a Cuba con un grupo. Estando en Cuba se supo su condición homosexual, lo que en realidad fue una sorpresa para todos y planteó un problema más que nada por los prejuicios de la época por su posible vulnerabilidad teniendo en cuenta que él manejaba información sobre materias sensibles como casas de seguridad y armamento (…) Mario Melo fue expulsado del MIR y obligado a permanecer en Cuba en tratamiento sicológico para superar su inclinación sexual”

Oscar Contardo, autor de “Raro: Una historia Gay de Chile”  incluye la historia de Melo en el libro. “En Cuba se metió con alguien, lo pillaron y lo pusieron en un tratamiento lo que obviamente no resultó y a la vuelta lo aislaron, dejó de pertenecer al MIR”, afirma Contardo, básandose en parte en la versión judicial de Marambio. 

 La versión de Guillermo Rodriguez, es distinta, dice que nunca fue expulsado.

“A inicios de 1973, en el Regional Santiago del MIR, se abrió una investigación sobre Mario Melo, no por su homosexualidad, sino por el abuso que hacia desde su posición de dirección sobre algunos compañeros en la búsqueda de satisfacciones eróticas o sexuales. No era su homosexualidad la cuestionada, sino el abuso de su calidad de mando y dirección para presionar e intentar conseguir lo descrito. Por esa razón, hasta donde yo fui informado, se le pidió viajar a Cuba para algún tipo de tratamiento. Ignoro si hubo una sanción al respecto, pero nunca se informó de que hubiese sido expulsado. Quizás una semana o dos antes del golpe, escuché comentarios que había regresado, pero siendo yo miembro de una dirección regional de carácter técnico militar, nunca escuché  de una expulsión del compañero” dice a Publimetro.

Los últimos tiros y la captura

El 11 de septiembre de 1973 Mario Melo Pradenas llegó a combatir a La Moneda, sin que nadie lo llamara. Aquí las versiones difieren también, unos dicen que se instaló en el techo del palacio y con una ametralladora punto 30 disparó a los aviones que sobrevolaban la casa de gobierno. Otros, como Guillermo Rodriguez, que combatió en la Torre Entel que estaba casi terminada (fue inaugurada al año siguiente) y ahí lo habrían capturado.

Lo cierto es que las investigaciones de instancias oficiales como la  Comisión Rettig sitúan su captura el 29 de septiembre de 1973, en un departamento del Paseo Bulnes que compartía con una amiga.

Melo fue llevado hasta Peldehue a la misma escuela donde fue entrenado como militar. Los testimonios disponibles dicen que fue obligado a saltar desde la torre de entrenamiento y luego apuñalado. Su cuerpo habría sido lanzado al mar desde un helicóptero, sin que hasta ahora haya rastros. La DINA  en 1975 detuvo y torturó a dos de sus primos tratando de obtener sin éxito información sobre depósitos de armas. “En su familia sólo sabían que se había ido al Ejército, y que fue detenido, pero nada más” dice Oscar Contardo.

Mientras que Guillermo Rodríguez concluye “Para muchos de nosotros Mario Melo fue un compañero valioso, aguerrido, muy combativo y comprometido con las tareas a su cargo, lo que no impide, fuera de ese reconocimiento, criticar el abuso de poder que cometía”

 

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