La dulzura de este orangután conmovió a una familia en el zoológico de Colchester, Inglaterra. Rajang se quedó mirando fijamente el vientre de una mujer con 37 semanas de embarazo. La futura madre, entonces, acercó su pancita al vidrio que los separaba, y ahí ocurrió lo impensable. El animal la besó no una sino dos veces, a través del cristal.
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