Después de que le llegó un cargo a su tarjeta de crédito por 220 dólares que ella no había realizado, supo que algo andaba mal, dedujo que la clonación había ocurrido en una tienda de Starbucks de la ciudad de Lakewook, California y fue a enfrentar a la cajera para comprobarlo, a lo que la cajera aceptó la culpa y rogó por que la mujer no la denunciara con el gerente y con las autoridades. La mujer al estar muy enojada ignoró las súplicas y denunció a la ladrona, la joven de 19 años se quedó sin empleo.
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