Miles de personas abarrotaron durante la madrugada de este lunes las gradas del emblemático sambódromo de Río de Janeiro y mostraron al mundo la alegría de vivir y el ritmo que corren por las venas de pueblo brasileño, incluso cuando un imponente Don Quijote de veinte metros de alto se convirtió en el rey de la fiesta. Video: EFE
PUBLICIDAD