El nombre de Lou Pearlman probablemente no es tan reconocido como el de los integrantes de los Backstreet Boys y *NSYNC, dos boybands que, aunque tuvieron mucho éxito, no lo ayudaron a conseguir los millones de dólares a los que aspiraba.
En 2008, este empresario musical fue sentenciado a 25 años en prisión por delitos como lavado de dinero y estafa, en los que cerca de 300 personas se vieron gravemente afectadas, incluidos adultos mayores que le entregaron fondos de ahorro y pensiones enteras.