El juez Cüneyt Cakir, quien dirigió la final de la Champions League 2014-2015 entre Barcelona y Juventus, se mandó un insólito cobro entre el Rizespor y el Osmanlispor. A los 67 minutos de partido, el juez cobró la pena máxima al sentenciar una mano dentro del área.
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Nada del otro mundo el cobro del árbitro, sin embargo la repetición dejaría a la vista el increíble fallo: Cakir había cobrado una mano ni más ni menos que del propio arquero del Osmanlispor, Zydrunas Karcemarskas, que defendía durante un córner.
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