Luego de pasar lo peor, un joven, Marius Constantin Carp, sufrió daños en su mano, luego de que estallara cerca un petardo en España, durante la Nochevieja. Se temía lo peor. Trasladado al hospital de Cruces, le enterraron la mano derecha en la tripa, para preservar tejidos y, luego se transplantó tres dedos de su pie.
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