La muerte en el fútbol hondureño esta vez no llegó por enfrentamientos violentos entre seguidores de los clubes. Según la prensa deportiva local, el estadio, con capacidad para 30.000 personas, estaba completo. Por su parte, la Secretaría de Seguridad señaló en un comunicado que media hora antes de que iniciara el juego «los ánimos de la multitud con boletos en mano se caldearon al determinar que ya no había cupo al interior del recinto deportivo, quienes exigían poder ingresar».»En el percance cuatro personas murieron de manera accidental al ser embestidos por la turba de aficionados que ingresaban de manera violenta por el portón 11 del sector de graderías de sol este», detalló la información oficial. EFE
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